El autor es de los pocos que escribieron pocas novelas y lograron fama y dejaron de escribir. En su caso no por falta de éxito, sino porque según alguna vez explicó a unos amigos riéndose fue que sele murió el tío que le contaba las historias. En verdad es más posible que después de sus novelas seguidas por dos años (1953 y 1954) le siguiera gustando más vivir del cuento otros treinta y pico deaños más.Contrariamente al “Llano en llamas” esta otra posterior a aquella es de compleja estructura por lo oscilante de los tiempos en los que es notoria su influencia faukneriana. La acción sedesarrolla en una aldea inexistente. El protagonista Pedro Páramo dramatiza la más encarnizada fatalidad. Tanto que tampoco existe en el momento de la narración, pues todos han muerto hasta las horas. Ypor eso en ese tiempo sin tiempo la atmósfera sicológica, péndula entre la ficción y la fantasía. Lo real son las palabras combatiéndose en diálogos dolientemente sobrenaturales como brotando de laarena seca. Diálogos sobre diálogos, resonando petrificados en una realidad soñada. La trama no tiene valor. Lo maravilloso es que hay palabras y no hay mayor cuento que el que cuento en menos de uncuarto de espacio. Pedro como el señor X del castillo de Kafka, fungía de amo de todas las vidas a su paso. Era aborrecido y por aborrecedor, poseía y poseía igualmente a las mujeres con la misma fuerza desi fueran otros territorios a conquistar, y ellas una vez fructificadas, aún abandonadas seguían siendo suyas lo seguían esperando. Pedro definitivamente era tierra y hasta último momento las tomó ala fuerza a las mujeres, terminando en su vejez hasta con las criadas que después como muchas quedarían esperando otra acometida furtiva. Uno de sus hijos: Juan Preciado recorre el camino a suencuentro al pueblo de Comala para cumplir una promesa que por momentos no quiso cumplir a su madre recién muerta, no pedirle nada sino lo que le debe y por eso cobrarle feo el olvido. Lo conoce a medida…