¿Y Rusia? (1900-1914)
Con anterioridad a la primera guerra mundial, en Europa no existía potencia imperial alguna que fuera objeto de mayor vilipendio que el imperio ruso ni dinastía tan odiada por generaciones enteras de demócratas como la de los Romanov: ni el kaiser Guillermo II de Alemania ni el emperador Francisco José de Austria-Hungría tenían tan mala fama como el zar de Rusia NicolásII. La represión de los partidos y sindicatos rusos era muy dura. Tras meses de disturbios de carácter revolucionario, en 1905 Nicolás II se avino, muy a su pesar, a permitir la creación de un parlamento (o Duma). Pero la primera Duma, reunida en 1906, fue incapaz de mantener una postura firme ante la monarquía; y mediante la manipulación de la nueva ley fundamental en su beneficio, el zar disolvióla segunda Duma y modificó la normativa electoral a fin de obtener una tercera Duma más complaciente.
Con todo, el imperio ruso presentaba puntos débiles. Aunque en 1812 sus tropas habían logrado que los ejércitos de Napoleón se retiraran hacia Francia, los conflictos militares en los que el país se enzarzó con posterioridad resultaron ser menos gloriosos. Así, cuando en 1854-1856 seenfrentó a fuerzas expedicionarias británicas y francesas en Crimea, fracasó en su intento de expulsarlas hacia el mar Negro; y aunque el orgullo ruso se recuperó en parte gracias a su victoria sobre los turcos en la guerra de 1877-1878, no había motivos para sentir satisfacción por ello, ya que era por todos sabido que el imperio otomano estaba en una situación de declive irreversible. Los sucesivoszares Romanov, cuya dinastía reinaba en Rusia desde 1613, eran conscientes de lo mucho que había que hacer para asegurar sus fronteras. En este sentido, había dos potencias a las que se consideraba extremadamente amenazadoras, Alemania y Austria-Hungría, de las que se esperaba se aprovechasen militar y económicamente del declive turco; en concreto, el plan que tenía Berlín para construir una víaférrea desde la costa mediterránea hasta Bagdad se veía con especial agitación en San Pe-tersburgo.
Los problemas de Nicolás II no se concentraban únicamente en el oeste. El imperio ruso, que ocupaba una sexta parte de la superficie terrestre del pla¬neta, era un continente de por sí, con unas fronteras que se extendían desde los mares Báltico y Negro hasta el océano Pacífico. A finales delsiglo XIX, el gobierno de San Petersburgo —donde radicaba por entonces la capital rusa— se unió a la carrera internacional por expandir las posesiones imperiales en Asia, a resultas de lo cual en 1896 obligó a Pekín a entregarle una concesión ferroviaria rentable en el norte de China. Pero el creciente poderío de Japón se veía con recelo, y en enero de 1904 un mal aconsejado Nicolás II decidiódeclararle la guerra: el resultado fue una humillante derrota terrestre y naval y la consolidación del poderío militar japonés como segura amenaza para Rusia durante las cuatro décadas siguientes.
Japón dio por concluida la guerra en 1906 mediante la firma del tratado de Portsmouth, redactado en términos generosos para Nicolás II. No obstante, Europa central seguía siendo una zona peligrosa, por loque Rusia tuvo que cultivar relaciones cordiales con Francia para contrarrestar a los alemanes. En 1893 se había firmado un acuerdo de seguridad franco-ruso, al que en 1907 seguiría una Entente que, además de a Francia, incluía a Gran Bretaña. Entretanto, se siguieron realizando gestos conciliatorios con Alemania, porque, pese a la rivalidad existente entre los dos países, Rusia también sebeneficiaba del comercio con ella, a la que se exportaba grano, madera y productos lácteos; asimismo, las finanzas y la industria alemanas eran importantes para el crecimiento de la industria manufacturera de San Petersburgo. Rusia tenía motivos para evitar una alianza más estrecha con Gran Bretaña y Francia, pues los británicos competían con ella por extender su influencia en Persia y Afganistán y…