Conferencia de estocolmo

II.

EXTRANJERO

LA CONFERENCIA DE ESTOCOLMO SOBRE EL MEDIO AMBIENTE
“Una permanencia de uno o dos millones de años sobre esta tierra, en vista de que de todas maneras tendrá fin, no podría servir de excusa a ninguna especie, así fuese la nuestra, para apropiársela como una cosa y conducirse hacia ella sin pudor ni discreción.” (Claude LÉVI-STRAUSS : Mitológicas, III, Siglo XXI, Ed. BuenosAires, 1972.)

SUMARIO: 1. ANTECEDENTES.—2. PREPARATIVOS.—3. APERTURA Y SESIONES.—4. CON-

CLUSIONES : Las “Tablas de Estocolmo” o la Declaración, de principios sobre protección del medio ambiente.

1.

ANTECEDENTES

Aludimos aquí a los estimados generalmente como más recientes o cercanos temporalmente a las mismas fechas de celebración de la Conferencia (del 5 al 16 de junio), no a todosaquellos remotos —incluso remotísimos— que por algunos estudiosos se han señalado (1), incluso en el plano, puramente literario. Puede indicarse al año 1971 como el que se ha caracterizado de más elevado nivel en lo que se ha llamado el “boom de la problemática de la contaminación”; con anterioridad y durante estos últimos años, en Estados Unidos se venía celebrando el “día de la Naturaleza” —oEarth Day—, durante el cual se repartían por todo el país una serie de manifestaciones —y de protestas— exponiendo los ataques de que era objeto la Naturaleza por las mismas fuerzas gubernamentales y la necesidad de dictar medidas oficiales protectoras de un
(1> En España, M. A. ARROYO GÓMEZ publicó un trabajo en la revista “Documentación Administrativa”—1971—, donde se procuraba rastrear cuanlejanos son los antecedentes de la lucha —o del esfuerzo—humana por la pureza del medio ambiente, intercalando en su trabajo textos de diferentes autores—alguno de SHAKESPEARE—de siglos pasados que nos prueban y atestiguan sobre la permanencia de ciertas preocupaciones humanas, pero que nosotros podemos interpretar como una advertencia: si los lamentos son eternos, y si la situación que tales autoresya ponían en solfa, aún continúa, adqui-, riendo esos caracteres de irremediable como muchos de ella predican, toda la inactividad “práctica” hasta nuestros’días, nos tiene que remover en sentido contrario: o sea, dejar la literatura para acudir a las vías de remedios justos e idóneos; dejar las puras declaraciones o formulaciones de principios generales e instaurar un auténtico Código de normasanticontaminadoras (y en nuestro país tenemos por mala fortuna suficientes pruebas de esta; publicado está un Código alimentario que aún no está vigente, y eso que lleva ya varios años para conocimiento y lectura di: todos los ciudadanos). ., .,

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CRÓNICA ADMINISTRATIVA

medio ambiente cada día más deteriorado por actuaciones de todo tipo —principalmente, industriales y deexperimentaciones científicas— y v,uya gravedad se pretendía concretar expresivamente bajo forma de manifestaciones en las que los participantes desfilaban provistos de mascarillas y de pancartas recordando a los poderes públicos la urgencia de intervenir en un campo que hasta ahora aparecía inconscientemente descuidado. Junto a estas manifestaciones contestatarias podríamos reseñar la convergencia de unaserie de postulaciones que girando sobre diversos temas —las concentraciones demográficas, las reformas de nuestras ciudades, la escasez y deficiencia de los servicios públicos, las mismas protestas “organizadas” de sus usuarios, la creación de asociaciones con el exclusivo objeto de defensa “de una mayor y más completa calidad de vida”, etc.— han ido creando una auténtica concienciación sobre unproblema que es de tal importancia que motiva la celebración —nada menos y nada más— que de una Conferencia de la categoría y casi universalidad de la reunida en Estocolmo. Si quisiéramos hacer un inventario exhaustivo de todos esos antecedentes, en forma de conferencias o reuniones que hacían entrar en sus temarios o intercalaban en sus conclusiones alguna llamada a las autoridades responsables…