Virtudes Cardinales
Las virtudes humanas se arraigan en las virtudes teologales que adaptan las facultades del hombre a la participación de la naturaleza divina. Son disposiciones estables del entendimiento y de la voluntad que regulan nuestros actos, ordenan nuestras pasiones y guían nuestra conducta según la razón y la fe.
Las virtudes morales crecen mediante la educación, medianteactos deliberados y con el esfuerzo perseverante. La gracia divina las purifica y las eleva. Pueden agruparse en torno a las cuatro virtudes cardinales: prudencia, justicia, fortaleza y templanza.
Prudencia
Dispone la razón práctica para discernir, en toda circunstancia, nuestro verdadero bien y elegir los medios justos para realizarlo.
Justicia
Consiste en la constante y firmevoluntad de dar a Dios y al prójimo lo que les es debido.
Fortaleza
Asegura, en las dificultades, la firmeza y la constancia en la práctica del bien.
Templanza
Modera la atracción hacia los placeres sensibles y procura la moderación en el uso de los bienes creados.
Qué son las virtudes cardinales?
Hay dos grandes tipos de virtudes: las infusas y las naturales. Las primeras las daDios directamente y las segundas son el resultado de un continuo repetir actos buenos. Dentro de las virtudes infusas hay una subdivisión más: por una parte están las virtudes teologales y por otro las cardinales.
Las virtudes teologales (fe, esperanza y caridad) ordenan todas nuestras capacidades y fuerzas al fin sobrenatural que es Dios. Las virtudes cardinales (templanza, prudencia, justicia yfortaleza) disponen esas mismas capacidades y fuerzas pero a los medios que conducen al fin: ordenan los actos humanos a Dios.
Se llaman cardinales porque son como la bisagra o gozne (herraje articulado con que se fijan las hojas de las puertas y ventanas al quicial para que, al abrirlas o cerrarlas, giren sobre aquel) sobre el que descansa toda la vida moral humana. También las llamamos asíporque son como ciertas condiciones necesarias para cualquier otra virtud.
Desde antiguo se han reducido las virtudes a cuatro principales. Filósofos como Sócrates, Platón, Aristóteles, Macrobio, Plotino y Cicerón hablaron expresamente de ellas considerándolas virtudes quiciales. La Sagrada Escritura nos habla de ellas en el libro de la Sabiduría (Sap 8,7) al afirmar que nada hay más útil a la vidadel hombre que la templanza, la prudencia, la justicia y la fortaleza: “Y si amas la justicia, los frutos de la sabiduría son las virtudes, porque ella enseña la templanza y la prudencia, la justicia y la fortaleza, las virtudes más provechosas para los hombres en la vida”. Sin embargo, fue san Ambrosio quien las llamó por vez primera cardinales.
¿Por qué son importantes? ¿Por qué escribir sobreellas? Por su influencia sobre tantas otras anejas y subordinadas. Para entender el gran mundo de las virtudes sobrenaturales hay que ir a sus bases. O lo que es lo mismo: si queremos cortar con un vicio debemos ir a la raíz del vicio, no lo periférico o a lo inmediato como podría considerarse a la virtud opuesta. Y es que las virtudes cardinales comunican su modo, su manera de ser, su influenciaa todas las otras.
Cada una de las virtudes cardinales tiene un cúmulo de derivadas. La prudencia abarca las virtudes acerca del conocimiento (memoria, entendimiento, docilidad, sagacidad, razón, circunspección, providencia y precaución), para el gobierno (política, económica y militar) y otras más como la eubolia (virtud que ayuda a hablar convenientemente), la synesis (virtud que nos ayuda ajuzgar según las reglas comunes) o el consejo.
La justicia comprende virtudes como la religión, la piedad, la obediencia, la dulía (obediencia debida al superior), la gratitud, el justo castigo, la fidelidad, la simplicidad, la afabilidad, la liberalidad y la equidad.
Ligadas a la fortaleza están virtudes como la magnanimidad, magnificencia, paciencia, longanimidad, perseverancia y constancia….