En la tragedia de Sófocles, el deseo de alcanzar el conocimiento exacto de una “verdad” no es aquel que afecta al filósofo o pensador interesado en profundizar su saber respecto de la esencia de las cosas.
Se trata de una “verdad” sobre meros hechos terrenales cuyo develamiento supone un inmediato efecto reparador de las dolencias de la sociedad.
El autor nos muestra a los pobladores de Tebasangustiados por la proliferación de una epidemia mortífera que castiga al campo, a los rebaños y a los niños.
Para ellos estas desgracias son una clara manifestación de la furia de la divinidad.
En tales circunstancias, entendiendo agotadas las gestiones efectuadas hasta por los propios sacerdotes que encabezan la manifestación, visitan a Edipo en actitud suplicante.
Uno puede leer en losprimeros diálogos, exclamaciones tales como: “Yo, al que ustedes llaman el eminente Edipo…” o “Poderoso Edipo que reinas en el país…”. Sin embargo, esto no está incluido a efectos de resaltar expresamente el poder del personaje central. Son meras fórmulas de tratamiento al rey de iguales características que las usadas hoy ante altos cargos, por Ej.: excelentísimo señor presidente de tal, o sumajestad el rey de cual. Sófocles refleja las fórmulas en uso de su época, tal como otros autores.
Es importante darse cuenta, además, que el pedido popular ante Edipo no está motivado por su condición de rey o su poder soberano.
La razón que lleva al sacerdote a acudir a Edipo es que se le considera el “salvador de la ciudad” por su anterior intervención que los libró de la maldición de la esfinge.Es por este antecedente, y confiados en que repetirá la acción salvadora, que se le pide que “busque remedio” para estos nuevos males que asolan la ciudad de Cadmo.
Sófocles muestra al rey preocupado por el sufrimiento de su pueblo y ocupado, no en su prestigio, sino en encontrar una respuesta que acabe con el mal. Por eso escucha lo que le dice el anciano y por eso ya había dispuesto el envíode su cuñado Creonte al templo de Delfos para conocer qué votos o sacrificios se debían realizar a fin de salvar a la ciudad.
Sófocles no da indicios que permitan sospechar un afán de gloria en Edipo. Muestra, más bien, a un gobernante interesado en el bienestar de su pueblo, que hace público su ruego al dios Apolo solicitándole que la corona de laureles que porta su cuñado, al que ve regresar,sea señal de los buenos augurios que tanto espera.
La llegada de Creonte es el elemento que el autor utiliza para revelar la razón que, de acuerdo a la creencia popular de su época, sería el origen de todos los males del presente.
El oráculo de Delfos le informó que el asesino de Layo, el anterior rey, se encuentra conviviendo entre el pueblo y que debe ser localizado. Sólo su destierro o sumuerte apagará la peste.
Así queda claro que es la no expiación de un crimen cometido en el pasado la causa del mal. Se muestra la dura mano de los dioses castigando la inacción de los hombres que no han hecho justicia.
Esta escena deja ver a un Edipo que no tiene nada que ocultar y, sin temores, invita a Creonte a hablar frente a todos.
Desconoce los pormenores del asesinato de Layo y semanifiesta preocupado y diligente en conocer los antecedentes y aún en encontrar algún testigo que pueda aportar datos.
Incluso, consciente de la infausta suerte de su antecesor, teme que el asesino también lo mate a él. No por temor a la perdida del poder sino de su propia vida ante un oculto asesino que quizá lo mate por su sola condición de rey. Un temor similar al que vive un chofer de taxi cuandose entera del asesinato de otro chofer de su misma compañía.
Termina la escena con un Edipo que se compromete públicamente a efectuar una investigación que esclarezca el caso y haga justicia.
Esta será la “verdad” que dioses, realeza, sacerdotes, adivinos, ciudadanos y esclavos querrán conocer para que se restablezca la calma y el bienestar en la ciudad.
Prosigue el desarrollo de la obra…