construcción de nuevos templos
El Arzobispo de Bahía Blanca, Monseñor Rómulo García, dio una serie de Normas que deberán tenerse en cuenta en la Arquidiócesis cuando se planee la construcción, remodelación o restauración de una iglesia, capilla u oratorio destinado al culto.
CARTA A LOS PÁRROCOS, SACERDOTES,
CONSAGRADOS Y LAICOS
Amados en Cristo y la Iglesia.
Por medio de estas líneas tengoa bien presentarles un trabajo elaborado por la Comisión Arquidiocesana de Liturgia en el área del Arte Sagrado (arquitectura).
Su finalidad es ofrecerles una NORMATIVA ARQUIDOCESANA que les sirva de orientación a la hora de pensar en la construcción, remodelación o restauración de un templo (iglesia, capilla, oratorio…), destinado al culto sagrado.
No se trata de coartar la libertad y lacreatividad artística de los responsables de llevar a cabo la obra, sino de orientar y canalizar el trabajo arquitectónico de acuerdo a la sana tradición de la Iglesia y a las normas litúrgicas del Concilio Vaticano II y posteriores consideraciones de la Congregación para el Culto Divino y de la Comisión Pontificia para los Bienes Culturales de la Iglesia.
Es justamente el pensamiento actual de laIglesia el que justifica estas normas y orientaciones que hoy me permito presentarles, en beneficio de la belleza y el arte que deben favorecer la Nueva Evangelización. Esta se ve favorecida por los espacios cultuales que deben ayudar y contribuir a realizar la dignidad del culto como expresión del misterio cristiano y de la dignidad de una Fe inculturada.
A tal efecto creo conveniente comunicarlesalgunas ideas con que el Santo Padre, Juan Pablo II, cerró la asamblea plenaria de la Comisión Pontificia para los Bienes Culturales de la Iglesia, el 31 de marzo del año 2000. Ellas, sin nombrarlas, hacen una referencia directa a la arquitectura y la construcción de los templos.
“La Iglesia, experta en humanidad, utiliza los bienes culturales para la promoción de un auténtico humanismo, segúnel modelo de Cristo hombre “nuevo” que revela el hombre al propio hombre (Cf. Gaudium et Spes, Constitución pastoral sobre la Iglesia en el mundo actual, 22). Por tanto no ha de sorprender que las Iglesias particulares se comprometan a promover la conservación de su propio patrimonio artístico cultural a través de intervenciones ordinarias y extraordinarias que permitan su valoración plena”.
“LaIglesia no es sólo custodia de su pasado, es, sobre todo, animadora del presente de la comunidad humana, con miras a la construcción de su futuro. Por tanto incrementa su patrimonio de bienes culturales para responder a las exigencia de cada época y cada cultura, y se preocupa asimismo por entregar cuanto se ha realizado a las generaciones sucesivas, para que también ellas beban en el gran río dela “tradición de la Iglesia”.
“Precisamente desde esta perspectiva es necesario que las múltiples expresiones del arte sacro se desarrollen en sintonía con la “mente” de la Iglesia y al servicio de su misión, usando un lenguaje capaz de anunciar a todos el reino de Dios.”
“La nueva evangelización exige un renovado compromiso en el culto litúrgico, que es también una rica fuente de instrucciónpara el pueblo fiel. (Cf. Sacrosanctum Concilium, Constitución sobre la Sagrada Liturgia, 33). Como es sabido el culto ha encontrado desde siempre un aliado natural en el arte, de modo que, además de un intrínseco valor estético, los monumentos de arte sacro (p. ej. templos…) poseen también el catequístico y cultual. Por eso, es preciso valorarlos teniendo en cuenta su hábitat litúrgico,conjugando el respeto a la historia con la atención a las exigencias actuales de la comunidad cristiana, y haciendo que el patrimonio histórico-artístico al servicio de la liturgia no pierda nada de su elocuencia.”
Con estas consideraciones dejo en manos de Uds. este sencillo documento normativo orientador para que se tenga en cuenta, como dije al comienzo, ante posibles construcciones, remodelaciones o…