RESUMEN
El día que presenté el examen de admisión para la escuela Normal mi concepto de lo que era ser maestra ni siquiera se acercaba a la realidad. Con ayuda y asesoría de mis maestros aprendí a realizar mis primeras planeaciones y con miedo me presente a mi primera práctica docente, vinieron a mí las enseñanzas de mis mentores, use las tres cosas más importantes en un maestro, laobservación, la curiosidad y la creatividad, características que se cultiva por el paso en las aulas Normalistas.
La formación durante estos años de la carrera tuvo sus altas y bajas, pero considero que hemos alcanzado las metas que se propusieron al inicio, hemos logrado consolidar los rasgos deseables del perfil de egreso, aun y cuando tanto los formadores de docentes como nosotras hemosaprendido sobre la marcha, pues nos tocó ser la primera generación y se emprendieron muchos planes piloto que no llegaron a su culminación, mas sé que las intenciones de recibir tantas cosas a la vez fueron enfocadas a que egresáramos mejor preparadas y con mayores herramientas para el desarrollo de nuestra labor docente.
En los últimos dos semestres de práctica intensiva en las escuelas deeducación básica, hemos aprendido la necesidad de implementar planes estratégicos de sensibilización que permitan el trabajo colaborativo, hemos consolidado nuestra vocación al enfrentarnos a un sistema educativo aun en aras de la inserción, cuando nuestro perfil de egreso habla sobre la inclusión de los alumnos y de una educación para todos, a veces me siento desfasada en conceptos, adelantada ami tiempo.
Hay tantas expectativas hacia esta primera generación, que cae sobre nuestros hombros una responsabilidad grande, un compromiso que hemos de cumplir a carta cabal, porque el esfuerzo que directivos, maestros y alumnas hemos realizado durante cuatro años valió la pena y vamos ¡abriendo caminos!.
PALABRAS CLAVE
Características de un maestro
Atención a la diversidadExpectativas sobre una primera generación
Trabajo colaborativo
REFLEXIÓN CRÍTICA DE MI FORMACIÓN DOCENTE
Que nerviosismo se sentía el día que presenté el examen de admisión para la escuela Normal del Estado de Chihuahua, la cantidad inmensa de aspirantes que llenaban los pasillos de la tan añorada escuela en la que deseaba estudiar, provocaban en mi una ansiedad, un temor indescriptible,¿en verdad podré competir con todos ellos y quedarme en esta escuela?, ¿será posible que sea yo entre todos quien pueda sentarse en este pupitre y aprender el arte de enseñar a los niños?, eran preguntas constantes en mi mente y en mi corazón. Aun ni siquiera tenía por sentado lo que era ser maestra, ni siquiera se acercaba mi concepto a la realidad que hoy, al cursar el último semestre de lacarrera, se encuentra grabado en mí ser.
Entre antologías, copias sobre copias a veces ilegibles, con ayuda y asesoría de mis maestros que día con día buscaban estrategias nuevas para que pudiéramos comprender la importancia de crear espacios que favorecieran el aprendizaje de los pequeños, aprendí a realizar mis primeras planeaciones, con más miedo que el que pudiera sentirse al dar undiscurso frente a una multitud, me presenté a mi primera práctica docente, temía cometer errores, me sudaban las manos y me sentía indefensa, incluso hasta poca cosa ante la figura de una maestra de más de 15 años de servicio que dominaba a la perfección la disciplina grupal. Recordaba una y otra vez lo que mis maestros en clase decían, trataba de visualizar la teoría que rebotaba al palpitar rápido demi corazón y se agolpaba en mi pecho que parecía reventar con tanta presión; se llegó la hora de aplicar mi secuencia didáctica, me paré frente al grupo y sentí como un escalofrío recorría mi cuerpo, me paralice por un momento, se me helaron las manos, y observaba aquellos pequeños que esperaban ansiosos a “la practicante” para que diera las instrucciones y poder empezar la labor de aprender y…
