Movimientos sociales

Debates…

Los nuevos movimientos sociales1
Por Boaventura de Sousa Santos*

e sostenido anteriormente que las dos últimas décadas fueron experimentales. También fueron contradictorias. El hecho de que hasta ahora no se haya estabilizado en los países centrales un nuevo modo de regulación social en sustitución del modo fordista llevó a que las soluciones experimentadas, además de empíricas(el Adhocismo) e inestables (el Stop and go, no sólo en el campo económico, sino también en los dominios social y cultural), sean contradictorias. No es de extrañar pues que el exceso de regulación que acabo de mencionar haya convivido en los últimos veinte años con movimientos emancipatorios poderosos, testigos del surgimiento de nuevos protagonistas en un renovado espectro de innovación ytransformación sociales. La contradicción reside en que la hegemonía del mercado y sus atributos y exigencias alcanzó un nivel tal de naturalización social que, aunque lo cotidiano sea impensable sin él, no se le debe por eso mismo, ninguna lealtad cultural específica. Así, es socialmente posible vivir sin duplicidad y con igual intensidad la hegemonía del mercado y la lucha contra ella. La concreciónde esta posibilidad depende de muchos factores. Por ejemplo, se puede decir con certeza que la difusión social de la producción contribuyó a desenmascarar nuevas formas de opresión y que el aislamiento político del movimiento obrero facilitó el surgimiento de nuevos sujetos sociales y de nuevas prácticas de movilización social. La sociología de la década de los ochenta estuvo dominada por latemática de los nuevos sujetos sociales y de los Nuevos Movimientos Sociales (NMSs). Aún aquellos que no compartieron la posición de Touraine (1978), para quien el objeto de la sociología es el estudio de los movimientos sociales, reconocen que la última década impuso esa temática como una fuerza sin precedentes, siendo sólo objeto de debate el elenco y la jerarquización de las razones explicativas deese fenómeno. Se trata pues de un tema sobre el cual se acumuló una extensa bibliografía, tanto en los países centrales como en América Latina y que aquí no es del
* Doctor en sociología del derecho de la Universidad de Yale. Profesor de la Universidad de Coimbra y de la Universidad de Madison, Winsconsin. Director del Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coimbra, Portugal.

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casorevisar2. Sólo interesa mencionarlo brevemente en la medida en que intercepta los dos polos estructurantes de este texto: la relación entre regulación y emancipación y la relación entre subjetividad y ciudadanía. La identificación de la intersección de los nuevos movimientos sociales en esta doble relación es tarea difícil, porque es grande la diversidad de estos movimientos y porque es dudoso siesa diversidad se puede reconducir a un concepto o a una teoría sociológica únicos. Una definición genérica como la que por último nos proponen Dalton y Kuechler –“un sector significativo de la población que desarrolla y define intereses incompatibles con el orden político y social existente y que los prosigue por vías no institucionalizadas, invocando el uso de la fuerza física o de la coerción”(1990: 227)– abarca realidades sociológicas tan diversas que a la postre, es muy poco lo que se dice de ellas. Si en los países centrales la enumeración de los nuevos movimientos sociales incluye típicamente los movimientos ecológicos, feministas, pacifistas, antirracistas, de consumidores y de autoayuda, la enumeración en América Latina –donde también es corriente la designación de movimientospopulares o nuevos movimientos populares para diferenciar su base social que es característica de los movimientos en los países centrales (la “nueva clase media”)– es bastante más heterogénea. Teniendo en cuenta el caso brasileño, Scherer-Warren y Krischke destacan la “parcela de los movimientos sociales urbanos propiamente dichos, los CEBs (Comunidades [Eclesiales de Base] organizadas a partir…