¿Manipuló Constantino el Concilio de Nicea?
Autor: Guillermo Juan Morado
Frente a la herejía de Arrio, que negaba la verdadera divinidad de Jesucristo, el Concilio de Nicea (325) fijó laortodoxia cristiana al definir que el Hijo es “consustancial” con el Padre (“homoousios”). Una palabra no bíblica, “consustancial”, es introducida en el Credo para defender, con términos nuevos, lapeculiaridad de la fe cristiana, profesada desde los orígenes: Jesucristo es el Hijo encarnado, de la misma sustancia que el Padre, unido esencialmente al Padre. No es una criatura, ni una especie de serintermedio entre Dios y los seres creados, sino “Dios de Dios y Luz de Luz”. Sólo si Jesucristo es verdadero Dios, nosotros estamos salvados.
La confesión de fe no se cambia en absoluto, sino que seexplicita para hacer frente a explicaciones teóricas equivocadas que, con el pretexto de asimilar el cristianismo a la cultura helenística, terminaban por traicionar la herencia apostólica.
ElConcilio de Nicea tiene lugar en un momento particularmente significativo, por cuanto estaba cuajando la instauración de un sistema de Iglesia imperial. Un teólogo notable como Eusebio de Cesarea se sentíafascinado por la idea de la convergencia, en los planes de Dios, entre el Cristianismo y el Imperio. La Providencia había guiado los destinos de la historia para hacer coincidir la aparición del Mesíascon la paz imperial; la monarquía celeste con la monarquía romana.
El emperador Constantino personificaba, a los ojos de Eusebio, esa feliz coincidencia. Su papel no era meramente político, sinotambién religioso. Hará falta esperar el genio de San Agustín para que se plantee la adecuada distancia entre la Ciudad terrena y la Ciudad de Dios.
En la “Vita Constantini”, Eusebio de Cesareaexagera el papel desempeñado por el Emperador en los concilios y, en concreto, en el Concilio de Nicea. Al emperador le atribuye la tarea de abrir los debates, reconciliar a los adversarios, convencer a…