Comentario:
Este es un libro eminentemente filosófico, en el sentido de que la acción no es física sino que se construye a partir de diversas reflexiones, diálogos “profundos” y observacionessobre varios personajes, que no crean una trama convencional con presentación, nudo y desenlace. O dicho claramente: que no tiene argumento. El personaje, Roquentin, es un pelirrojo de unos treinta añosque escribe sobre el marqués de Rollebon, se cuestiona la existencia, y habla de ese sentimiento que lo domina, la Náusea del título, en repetidas ocasiones. Pero leyendo el libro no se ve muy bien larazón de esa desgana vital. Parece un ser solitario, pero se relaciona con algunas personas, entre ellas el Autodidacto, Anny, una antigua novia, y la patrona de su pensión, con la que mantieneencuentros sexuales sin sentimiento. Por lo demás, no sabemos mucho de ese libro sobre el marqués de Rollebon, salvo que al final, casi como una manera de salir de la náusea se plantea dejarlo y probar aescribir una novela.
El libro tiene frases poderosas, está bien escrito, y curiosamente, aunque no pasa en él nada en absoluto, no me ha aburrido, lo cual tiene que ser un mérito. Sin embargo,mientras pasaba las hojas, me preguntaba cuál era el sentido de una obra que no cuenta nada, sobre la nada, bastante vacua, a pesar de la apariencia filosófica. La verdad es que este tipo de experimentos nome agradan, dejando aparte la mayor o menor admiración que se pueda sentir hacia alguien capaz de escribirlos. Un libro frío, sin personajes, sin trama, ¿para qué sirve? Bien, podría objetarse que esARTE. Sí, estoy de acuerdo, Arte sí que es, porque está muy bien escrito… Pero, ¿no hay nada más? Quizás era deseo del autor, filosófo del existencialismo, crear esta sensación en el lector.
Yoprefiero otro tipo de literatura, que pueda transmitir mensajes, pero con amenidad y con una historia.
Un par de fragmentos para que vean más o menos el tono del libro y la “profundidad” de sus…