Leonardo boff

Una nueva ética planetaria |
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Por Leonardo Boff *
O formamos una alianza global para proteger a la Tierra y cuidarnos los unos a los otros o enfrentaremos nuestra destrucción y la devastación de la diversidad de la vida, escribe en esta columna exclusiva para Tierramérica el teólogo brasileño Leonardo Boff.
RIO DE JANEIRO, 4 sep (Tierramérica).- La expresión “desarrollo sustentable”, creadaen 1972 por el Informe Brundtland de las Naciones Unidas, ha sido asumida por los organismos internacionales y las políticas gubernamentales en todo el mundo.

Desde el comienzo, sin embargo, la expresión fue blanco de críticas debido a la contradicción entre sus dos términos. La categoría desarrollo proviene de la economía realmente existente -la capitalista-, organizada por los mercados, quehoy en día están articulados a escala mundial.

La lógica interna de esta economía es la explotación sistemática e ilimitada de todos los recursos terrestres para alcanzar tres objetivos fundamentales: aumentar la producción, expandir el consumo y generar riqueza.

Esta lógica implica un lento pero progresivo agotamiento de los recursos naturales, la devastación de los ecosistemas y unaconsiderable extinción de las especies, en el orden de tres mil anuales, diez veces más que en un normal proceso evolutivo. En términos sociales crea desigualdades crecientes ya que sustituye a la cooperación y a la solidaridad con una feroz competencia. Más de la mitad de la humanidad vive en la pobreza.

Este modelo supone la creencia en dos infinitos. El primero presume que la Tierra posee ilimitadosrecursos. El segundo, que el crecimiento económico puede ser infinito. Los dos son ilusorios.

La Tierra no es infinita porque es un planeta pequeño, con recursos limitados, muchos de ellos no renovables. Y si quisiéramos universalizar este tipo de crecimiento necesitaríamos el triple de los recursos que contiene nuestro planeta. Hoy nos damos cuenta de que el planeta Tierra ya no soporta lavoracidad y la violencia de este modo de producción y de consumo.

Pese a las críticas, el concepto desarrollo sustentable puede ser útil para calificar un tipo de desarrollo en regiones delimitadas y en ecosistemas definidos. Postula la posibilidad de preservar el capital natural, priorizar el uso racional de los recursos y mantener la capacidad de regeneración de todo el sistema.

Es posible, porejemplo, una utilización de las riquezas naturales de la floresta amazónica de manera que conserve su integridad y permanezca abierta a las demandas de las generaciones presentes y futuras.

Pero en términos de estrategias globales que abarcan todo el planeta con sus ecosistemas el paradigma utilitario, devastador y consumista imperante produce un tasa de inequidad ecológica y social insoportablepara la Tierra. La solución debe encontrarse en un nuevo paradigma de convivencia entre naturaleza, Tierra y Humanidad que otorgue centralidad a la vida, mantenga su diversidad natural y cultural y garantice el sustrato físico-químico-ecológico para su perpetuación y ulterior co-evolución.

Es aquí donde se entronca la cuestión de la ética. Hoy, como nunca antes en la historia del pensamiento lapalabra “ethos” en su acepción original, ha adquirido actualidad. Ethos en griego significa morada humana, el espacio de la naturaleza que reservamos, organizamos y cuidamos para convertirlo en nuestro hábitat.

Pero hoy en día ethos no es solamente la morada en que habitamos, la ciudad en que vivimos o el país al que pertenecemos. Ethos es la Casa Común, el planeta Tierra. En consecuencia,necesitamos un Ethos planetario.

El fundamento de este nueva ética está expuesto en dos documentos. El primero -la Carta de la Tierra- es internacional y fue asumido por la Unesco en el año 2000. El segundo fue aprobado en 2002 por los ministros del Medio Ambiente latinoamericanos y se titula “Manifiesto por la Vida, por una ética para la sustentabilidad”. Ambos tienen mucho en común con los…