La economia del terror

FACULTAD E DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS

PROFESOR: RODOLFO ORTIZ ORTIZ

MATERIA: POLITICA ECONÓMICA

ALUMNA: MARISOL MORALES MENESES

TRABAJO: LA ECONOMIA DEL TERROR DE VIVIANE FORRESTER

SEGUNDO SEMESTRE GPO “A” TURNO VESPERTINO
“POR LA CULTURA A LA JUSTICIA SOCIAL”
LA ECONOMIA DEL TERROR
VIVIANE Forrester

INTRODUCCION

Este trabajo es un reporte de lectura del libro titulado “LA ECONOMÍADEL TERROR” de Viviane Forrester y es realizado como parte de la materia de Política Económica, con el objetivo de complementar los conocimientos obtenidos en la materia y comprender las situaciones económicas actuales.

El trabajo versa sobre la opinion de de la autora hacia la situación actual de la cultura, la política y principalmente la economía, soslayando la mediocridad del hombre hacialos “marginados sociales” (desempleados, no productores, pasivos…) .
La autora menciona el terror reflejado ante una cultura indiferente por su situación económica que se ve apaciguada por las políticas económicas mitigantes y engañadoras, que ayudan a mantener una “estabilidad” (por asi llamarlo) ante las masas y hebitar el caos o la rebelión.

De igual forma hace incapie en la situación de los“imaginadores” del futuro social los jóvenes”, que son la base fuerte de la sociedad, pero en cambio menciona el matrato y la humillación a la que son sometidos.
A esta destrucción social contribuyen los aparentes salvadores de la colectividad “los empresarios” que aunque generan empleos, son los principales explotadores del ya “ muerto proletariado”.

RESUMEN EJECUTIVO

CAPITULO I

Vivimos enun mundo desaparecido que nos empeñamos en no reconocer como tal y que se pretende perpetuar mediante políticas artificiales..

El trabajo constituye el cimiento de la civilización occidental, que reina en todo el planeta. Ahora bien, el traba-
jo, considerado nuestro motor natural, se ha vuelto hoy una entidad desprovista de contenido.

Nuestras concepciones del trabajo y por consiguiente deldesempleo en torno de las cuales se desarrolla la política se han vuelto ilusorias. Pero nos formulamos siempre las mismas preguntas quiméricas. ¿Con qué ilusión nos hacen seguir administrando crisis al cabo de las cuales se supone que saldríamos de la pesadilla? ¿Cuándo tomaremos conciencia de que no hay una ni muchas crisis sino una mutación, no la de una sociedad sino la mutación brutal de todauna civilización? Vivimos una nueva era, pero no logramos visualizarla. ¿Aqué se debe esta proyección de un mundo virtual, de una sociedad sonámbula devastada por problemas ficticios… cuando el único problema verdadero es que aquéllos ya no lo son sino que se han convertido en la norma de esta época a la vezinaugural y crepuscular que no reconocemos?
Por cierto, así perpetuamos lo que se haconvertido en unmito, el mito del trabajo vinculado con los engranajes íntimos o públicos de nuestras sociedades. A partir de ahora nos corresponden los medicamentos suaves, A nosotros nos orresponden los discursos tranquilizantes y pontificadores, Pero detrás de las supercherías, aparece el sufrimiento humano, real y grabado en el tiempo, en ese que trama la verdadera Historia siempre oculta.Sufrimiento irreversible de las masas sacrificadas, lo que viene asignificar conciencias torturadas y negadas una por una.

En todas partes se habla constantemente del “desempleo”. Sin embargo, se despoja al término de su sentido verdadero porque oculta un fenómeno distinto de aquel, totalmente obsoleto, que pretende indicar.
Es verdad que no faltan las alegres imposturas, como por ejemplo aquella queeliminó de las estadísticas entre 250. 000 y 300. 000 desocupados de un solo golpe… al borrar a los que trabajan por lo menos 78 horas mensuales, esdecir, menos de dos semanas y sin estabilidad.¡Había queRecordar que es sólo un cálculo,que no tiene la menor importancia modificar la suerte de los cuerpos y las almas disimulados bajo las cifras de las estadísticas. Lo que cuenta son las cifras…