La depresion

LA DEPRESIÓN: UN DESAFÍO DESDE LA FE

Promovido por el Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud, se ha celebrado en el Vaticano (del 13 al 15 de noviembre) una Conferencia Internacionalsobre “La depresión”. El tema desborda el interés meramente médico y suscita la atención de la sociedad en general y también de la Iglesia. ¿Qué es? ¿qué factores sociales y culturales pueden favorecer suaparición? ¿cuál ha de ser la respuesta que la Iglesia puede dar a quienes se ven afectados por esta dolencia?

La reflexión sobre estos interrogantes no es baladí, si consideramos que cientos demillones de personas en el mundo se ven afectadas por la “depresión”, esa temida palabra, por otra parte ya familiar. Más allá de sus síntomas clínicos, que permiten el diagnóstico médico, la depresiónse presenta como un padecimiento del alma, que atenaza a quien lo sufre. Cada vez son más los que, en algún momento de su vida, han sucumbido ante lo que experimentan como la insoportable pesantez ygravedad de la existencia. La vida aparece cargada de tedio, de aburrimiento, de hastío. La víctima de la depresión desearía, tal vez, arrinconarse en una esquina y dejarse morir. La subjetividad,cautiva por esta dolencia, expande su pesimismo sobre todo, especialmente sobre el futuro, sobre el mañana, más temido que esperado. Las consecuencias que puede acarrear para el enfermo pueden servarias: baja laboral, problemas familiares y, en el límite más dramático, incluso el suicidio.

Además de las diversas causas que pueden originar esta alteración del humor y de la afectividad, no se debeminusvalorar el peso, la posible influencia, de factores ambientales presentes en la cultura que nos envuelve. Una cultura demasiado liviana, demasiado vacía de valores, demasiado huérfana dereferencias que, lejos de aligerar la vida del hombre, tantas veces la sobrecarga de temor y de tensión. En esta sociedad de la comunicación y de la abundancia, de la competitividad y la lucha, el ser…