Resumen de los capítulos I, II y III
La guerra civil española estuvo, tanto en su inicio en julio del 36 como durante su transcurso y finalización en mayo del 39, profundamente marcada por lacoyuntura política internacional de la época. Tanto es así que el destino de los dos bandos dependería prácticamente por completo de las posturas adoptadas por las principales potencias de la época.
Eneste sentido, en el marco de una Europa aún profundamente marcada por lo que había significado la gran guerra, tanto en sus consecuencias demográficas como en las políticas, y en la que coexistíantres modelos de estado y de sociedad prácticamente antagónicos (el liberal democrático, el fascista y el comunista) los estados adoptaron sus posiciones respeto a la guerra civil española en función desus intereses en vista a una posible futura guerra entre ellas.
Ante el inicio de la guerra las principales potencias europeas quedaron divididas en tres bloques diferenciados. En primer lugar,Italia y Alemania, máximos estandartes del fascismo europeo y en las que el expansionismo territorial era un objetivo compartido, no tardaron en adoptar clandestinamente una postura de intervención allado de los insurgentes que recibirá, posteriormente, el apoyo logístico del gobierno de Salazar en Portugal. Su intervención , adoptada el 25 de julio de 1936 por Hitler y dos días después porMussolini, se tradujo en el envío, durante los primeros días de la guerra, de aviones y material bélico que permitiría a Franco trasladar sus tropas de Marruecos a la península a través del estrecho deGibraltar, donde un fuerte bloqueo naval republicano lo impedía.
En segundo lugar, Francia e Inglaterra optaron desde el primer momento por una política de no intervención en la guerra civilespañola. En ese momento Francia se encontraba gobernada por una coalición de izquierdas presidida por el socialista Leon Blum que, por analogía, presentaba simpatía por la causa republicana.
No obstante,…