I. INTRODUCCIÓN.
Reducida a su esencia toda política es política fiscal. A quién, cómo y por qué lo quitamos cuánto, para darle cuánto, a quién, cómo y porqué. Ricardo Medina Macías [1]
En la propuesta de la reforma fiscal, se observa, entre otras cosas, que se propone disminuir la presión fiscal en materia de Impuesto sobre la Renta, y en compartidaincrementarla en materia de Impuesto al Valor Agregado. No debe olvidarse, que en 1998 se pretendió generalizar el IVA, sin éxito, toda vez que el partido político del Presidente en el poder, no avaló dicha pretensión; y en organismos internacionales (Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial, OCDE,…) sugieren que tal medida es la apropiada para nuestro país.
Recordemos que con lacaída del feudalismo, los ingresos de la propiedad de la corona tuvieron que ser reemplazados por la imposición; y conforme el alza de las instituciones jurídicas y financieras modernas empezó a reflejarse en la escritura tributaria, la complejidad del análisis de la escritura impositiva aumentó considerablemente. A su vez en desarrollo de la democracia popular modificó lo que se consideraba elespectro adecuado de las funciones gubernamentales, sustituyendo lo apolítica presupuestaria a las barricadas como campo para la lucha de los intereses de grupos y clases.[2]
La economía de la hacienda pública ha crecido enormemente tanto en extensión como en sofisticación, moviéndose con, y beneficiándose del desarrollo del análisis económico en general, pero también enriqueciéndolo. Sinembargo, este desarrollo no ha sido legal, sino que las ideas han aflorado, se han retirado y han reaparecido cuando ha llegado el momento. Pero se ha realizado un gran proceso. No obstante, los problemas básicos han persistido. Las preguntas acerca de que servicios públicos deberían ofrecerse, cómo deberían financiarse y que papel deberían jugar en el sector público en el comportamiento marco delos asuntos económicos, todavía hacen aflorar los temas fundamentales. [3] Si bien es cierto que se han ensayado los métodos más asombrosos para repartir las cargas fiscales, también es cierto que cada uno ha sido desechado porque históricamente han dejado de ser aptos para el fin que se propone la fracción de la clase que detenta el poder, no precisamente porque sean métodos que contengan un idealen la tributación.[4]
Constantemente los legisladores se han planteado la pregunta de cuál sea el método mejor para repartir los impuestos. Un método tras otro ha sido estudiado, abandonado o perfeccionado.
La busca de los métodos seguidos y de las razones que impusieron su abandono o su reforma parece, pues, importante para determinar las reglas a seguir en la práctica parael reparto de los tributos.
Se equivocaría por completo quien afirmase que los impuestos se reparten siempre efectivamente de un modo satisfactorio para la mayoría de losciudadanos. A un considerando sólo la mayoría en sentido político, la que influye sobre el gobierno del país, estaríamos muy lejos del ideal.
Lo mismo que el mar tiene un nivel que en realidad nunca existe,porque sin cesar esta moviendo por las olas, mareas, corrientes, tempestades, etc., así los impuestos parecen tener aquella configuración, sin conseguirla jamás.
En la opinión predominante, la igualdad proporcional es el sacrificio del impuesto es la meta, pero ¡cuán nuevos y diversos son los métodos usados para alcanzarla! [5]
Las características de los sistemas tributariosdefinen notoriamente según el régimen de que se trate sea de economía planificada o de mercado.
En los países socialistas, los tributos cumplen una función de interferencia deliberada en las conductas de los agentes económicos, especialmente en lo relacionado con el estímulo o desestimulo a ciertos consumos de acuerdo con la planificación económica prevista, de manera pormenorizada,…