FRACTAL CITY: METROPOLARITIES AND THE RESTRUCTURED SOCIAL MOSAIC
La ciudad jerárquica o ciudad racialmente dividida de los negros contra los blancos fue descrita en las consecuencias de las insurrecciones urbanas de los años 60. Estas viejas polaridades no han desaparecido, pero una geometría social mucho más polimorfa y fracturada ha tomado forma de la reestructuración de los límites sociales yde las lógicas categóricas de la clase, de la renta, de la ocupación, de la habilidad, de la raza, de la pertenencia étnica, y genero que caracterizaron la metrópoli moderna de comienzos de los años 70s.
Un discurso distintivo ha emergido intentando describir e interpretar este mosaico social reestructurado. Su énfasis principal es capturado en los títulos de los textos representativos: elnuevo edredón étnico, la amplia división, la desigualdad de ingreso y la pobreza, la raza y el poder, la desventaja entre la riqueza negra y la riqueza blanca, las capas bajas urbanas, el apartheid americano, sociedades separadas, inmigración e identidad étnica, América inmigrante, la nueva realidad urbana.
Manufacturing Inequality in the Postmetropolis
Estados Unidos tiene el hueco más grandeentre la riqueza y la pobreza en el mundo desarrollado, y la proporción es la más amplia en Nueva York y Los Ángeles, comparable para Karachi, Bombay y Ciudad de México.
El informe de la O.N.U sostuvo que en 1992 los alborotos eran parte de una revolución urbana que ocurría en los seis continentes habitados, causada por condiciones similares en Los Ángeles: crimen, tensión racial y étnica,aflicciones económicas, vasta disparidad de riqueza, escasez de servicios sociales e infraestructura deteriorada.
Un reporte reciente realizado por la fundación Milton S. Eisenhower en 1998 concluyó que Estados Unidos se estaba moviendo hacia dos sociedades, una negra y otra blanca, separadas y desiguales. No sólo argumentaba que esta división racial persistía sino que su alcance se había ampliadoal incluir nueva población inmigrante.
Entre 1968 y 1998 la proporción de la población que vivía en pobreza aumentó del 12.5 al 14 por ciento. Casi una tercera parte de las familias de afroamericanos y Latinos ahora vive debajo del umbral de pobreza, tres veces el índice de blancos No-Latinos. De igual modo, la renta media para estas familias es de alrededor 55 % de su contraparte de blancosNo-Latinos, mientras que hace solamente treinta años alrededor de la mitad de los pobres vivía en zonas metropolitanas, hoy día ha aumentado al 77 %.
Por otra parte, en términos de impuestos, la proporción de ingresos a la caridad, los índices de participación política local, y las opciones de ambientes residenciales, gran número de “fortunate fifth” parecen separarse de la vida cívica y susresponsabilidades públicas, creando nuevos tipos de enclaves post-metropolitanos privados y nuevas formas de reforzar y asegurar su aislamiento.
Normalizing inequality: the extremes at both ends
Inequidad social como un problema moral y como un blanco de intervención de política pública ha sido asunto base en todas las democracias liberales y en la ciencia liberal social. La magnitud y significado deeste surgimiento en la inequidad y su encaje en el proceso re-estructural urbano ha sido oscurecido en ambas áreas académicas y públicas al reactivar el discurso-contador que insistentemente normaliza la inequidad social y representa como una parte intrínseca de todas las sociedades capitalistas contemporáneas.
Las versiones de izquierda y derecha de este discurso-contador pueden seridentificadas y son curiosamente unidas al compartir la creencia del capitalismo, que al ser natural, perpetuamente produce y reproduce inequidad de riqueza y poder como parte de su funcionamiento interno, además de ser su motor de desarrollo socio-económico.
Hay algo nuevo y diferente del proceso de cambio que David Harvey (1989) ha llamado la “comprensión del tiempo-espacio”, ligado primordialmente a…