Etica

Luis Brabo
Si en 1989 y casi coincidiendo, premonitoriamente, con la caída del comunismo Francis Fukuyama sacudió al mundo con un artículo que, posteriormente, se convertiría en el polémico libroEl fin de la historia y el último hombre , seis años después, en 1995, no dejaría de provocar un nuevo debate con su obra Confianza .
Mientras que en El fin de la historia y el último hombre ,Fukuyama retomó la vieja pregunta filosófica que indaga desde hace siglos si existe una dirección en la historia del hombre y, si es así, hacia dónde va, para concluir en que el proceso histórico haculminado en un orden mundial capitalista y democrático, en Confianza , Francis Fukuyama centra su reflexión en un hecho: si bien es cierto que el fin de la guerra fría marcó también el fin de la políticaideológica y el comienzo de una lucha por ocupar posiciones en la estructura del capitalismo en el siglo XXI, también es cierto que se sigue observando una fuerte turbulencia social en Occidente y enlos estados liberales emergentes de Asia y América Latina.
Ante esta realidad, el autor norteamericano, PhD en Ciencias Políticas, por la Universidad de Harvard y ex analista del Departamento deEstado, formula una pregunta: ¿Cuáles serán los principios que nos deben guiar para que las sociedades sean más productivas y seguras? A juicio de Fukuyama, la vida económica está marcada por factoresculturales y depende de lazos morales y de confianza social, un lazo tácito que según el autor facilita las transacciones, estimula la creatividad individual y justifica la acción colectiva. De hecho, laconfianza genera un capital social que será tan importante como cualquier otro a la hora de determinar el éxito de una nación, con lo cual se plantea, al mismo tiempo y en palabras del autor unaespiritualización de la vida económica.
‘El capital social señala Fukuyama es crítico para lograr la prosperidad y lo que se ha dado en llamar la competitividad, pero sus consecuencias más importantes…