Ensayo de la razon

ENSAYO DE LA RAZON

No tengo el propósito concreto, ni el objetivo especifico, de trastornar el orden que, si al final siempre nos dirige, sin duda no tiene la capacidad de construirnos. Nopretendo sucumbir a las ambiciones vanas de cambiar el mundo y mucho menos de que mis letras aguzen las miradas dormidas de los habitantes de mi ciudad. No.

Yo escribo por el placer de expresarme, paraquitarme lo egoísta de no enseñar y para que el que quiera leer que lea, quien quiera ver por mis ojos que se asome, que disfrute de la vista tranquila de los ojos cansados que ya no se inundan de lalucha sin victoria sino que miran apacibles el pasar inconcluso, infinito, de los desfiles diarios que ya no hacen mella en el ego sino mas bien hacen falta para vivir.

Hablo con gritos acerca demi gente, donde la colonia les pesa en los hombros y no les permite redimirse de las ataduras que ya son puras fantasías siniestras: levantando la polvareda de la batalla de la conquista donde otraraza sólo cumplía con lo suyo, donde en otro escenario era indispensable la colección de territorios para sustentar un modo de sobrevivir, que hace cientos de años, era el único y el más conveniente.A todos nos pasó de todo, aquí sobrevino el despertar al mundo detrás de los océanos, los evangelios europeos que “ensuciaron” nuestros charcos de sangre y piedra, también nos otorgaron las letrascon que nos expresamos, incentivaron nuestra lucha que nos involucró, finalmente, en el rol del mundo. Así también entre perdidas y triunfos, todos vivimos lo que vivimos y ya nada podemos hacer.Hoy puedo observar por mi ventana, el bullicio intermitente de una ciudad herida en lo emocional, hoy educan a los niños con el yugo del “mande usted” y la cabeza gacha, hoy no los rige la razón. Losrige el miedo. Hoy están temerosos de cosas que no existen: temen ir al infierno si sus ideas transgreden la moral impuesta por los españoles de quienes se quejan y tienen rabia, hoy temen quemarse…