José Vasconcelos, Antonio Caso, Alfonso Reyes, Diego Rivera, Alfonso Cravioto, Pedro Henríquez Ureña, etcétera—, pugnaban por una filosofía diferente a la positivista.
El Ateneo de la Juventud,bajo la presidencia de Vasconcelos, se convirtió en Ateneo de México (1912); los ateneístas en sus discusiones y lucubraciones superaron el positivismo comtiano y spenceriano al demostrar que lasciencias naturales no abarcaban la gama de problemas humanos y abrieron la puerta a un nuevo pensamiento humanista.
Posteriormente, como secretario de Educación (1921) en el gobierno de Álvaro Obregón,Vasconcelos llevó a cabo una verdadera revolución educativa basada en un cambio radical en los métodos de enseñanza, haciendo de la escuela una agencia promotora del desarrollo integral de la comunidad.Si la corriente positivista que se propagó en México en el tiempo de la Reforma y prevaleció durante el porfiriato sustentaba una posición contra el dogmatismo y la educación “teórica”, por considerarque los fines de la enseñanza deberían ser parte de la concepción práctica del progreso, la nueva ideología de Vasconcelos estaba orientada, justamente, hacia una posición contraria, que, lejos deservir a las necesidades de educar hombres para lo estrictamente utilitario, buscaba, por medio de la instrucción popular, atacar la ignorancia y los retrocesos de toda índole que desde la colonizaciónespañola se venían padeciendo. Vasconcelos enfoca fundamentalmente su obra a examinar las bases filosóficas de la doctrina educativa de Dewey y, de paso, arremete contra la posición naturalista deRousseau de dejar al niño en plena libertad durante su desarrollo.
En sus Obras completas (1958, T. II:1506-1515), Vasconcelos, haciendo una crítica de las teorías de Dewey, dice: “En los mismosEstados Unidos, todas las personas inteligentes se oponen al tipo medio, que cual mala vegetación está produciendo el maquinismo. Y es en autores yanquis donde aprendemos a comprender al individuo,…