La culta y olímpica ciudad de La Vega se queda sin teatro
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por: Dahiana J. Vásquez
Listin Diario.
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En 1910 se inaugura el teatro La Progresista, con el diseño del teatro de la Opera de París-Francia, traído por Zoilo Hemogenes García, el 5 de agosto de ese año.
La Vega.- La ciudad culta, olímpica y carnavalesca de La Vega, lugar de encuentros multidisciplinarios, degrandes intelectuales y tradiciones ancestrales hoy no tiene un teatro, ni fecha de terminación de una instalación a medio hacer enclavada en el Centro Salesiano DOSA y prometida a la ciudad por la Oficina Supervisora de Obras del Estado.
La Vega, ciudad sede del primer teatro en la región del Cibao, el llamado “La Progresista”, es la gestora para realizar las actividades por el centenario delnatalicio de su gran hijo, Juan Bosch Gaviño, pero actualmente no un lugar a donde reunir a más de cien personas para un acto de gran envergadura.
Es lamentable descubrir que hoy La Vega se encuentra sin teatro, pero a finales del siglo XIX, la provincia era el foco de encuentros intelectuales y culturales iniciados por Federico García Godoy, uno de los críticos literarios más sagaces de su época.Denominada en su fundación como Sociedad Cultural y Filantrópica, La Progresista, Inc, se concibió la idea de construir un cine-teatro como lugar de encuentro para las tertulias llevadas a cabo por los artistas, literatos e intelectuales que asistían a esos encuentros.
El primer teatro
La responsabilidad de su construcción estuvo a manos del ingeniero Zoilo Hermógenes García Peña, quien seinspiró en la Ópera Chica de París, Francia. La edificación sería el escenario para la presentación de obras teatrales por las condiciones, sobre todo acústicas, que poseía. Abre sus puertas en 1910, con la prestigiosa compañía española “Reyes Soler”, famosa por sus zarzuelas, comedias y dramas.
“Conversaban debajo de un árbol de limoncillo en el parque. Las personas decían que un cochero de LaVega era más culto que un intelectual de la capital” afirma el ingeniero Cesar Arturo Abréu, presidente del Instituto Duartiano de La Vega, quien adjudica que una vez destruido el teatro, la urbe empieza a decaer en su aspecto “cultural”.
“La decadencia del teatro responde a una cultura no solamente de La Vega, sino del país. El teatro fue una parte de la cultura de uso selectivo, fue paracierta clase de personas. Al La Vega crecer y volverse más cosmopolita, obviamente el número de personas se fue dividiendo” asegura Abréu, quien solía asistir a diversas obras de teatro.
Otros locales
El “Rivolí”, un teatro dedicado más tarde al cine, fue el segundo en abrir sus puertas. “Era un cine popular donde transmitían películas de acción, pero que de igual forma servía de escenario parapequeñas obras”, asevera el escritor Pedro Antonio Valdez.
“El teatro tuvo mucha presencia. Se daba un teatro muy de calle, en las iglesias, para Jueves Corpus, básicamente de carácter religioso” manifiesta Valdez quien adjudica por su parte que La Vega por sí misma, nunca ha tenido salas de teatro exclusivas para estos fines, pero sí salones con ciertas facilidades para la presentación deobras.
Otro ejemplo de ello es el teatro Vega Real el cual era relativamente cómodo para la presentación de la comedia y la dramática a pesar de haber sido creado para la proyección de películas.
Contaba con camerinos, entradas, telón y luces propicias para las representaciones.
“Llegó un momento en que los tres teatros funcionaron al mismo tiempo”, manifiesta el escritor. No sólo existíanestos escenarios, la ciudad también contaba con el Tony, un cine ubicado en Villa Rosa, sin mucha notoriedad, pero que podía albergar a cierto grupo de personas para la proyección de películas y una que otra velada.
A mediados de los 90 estos fueron cerrando por el auge de la televisión por cable, el Video Home System (VHS) y más tarde por la tecnología del Disco Versátil Digital (DVD).
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