INTRODUCCIÓN
El presente trabajo reúne algunas reflexiones en torno a la formación en valores en el área de literatura y su vinculación al enfoque en competencias. Sin afán de tratar de hacer filosofía del asunto, pues nuestra área de especialidad es el estudio de los textos literarios, trataremos de explicar cómo en el programa de la materia de Lengua Española –que se imparte en el cuartogrado de la ENP- sería posible integrar la formación en valores a partir de algunas de las lecturas y las estrategias de enseñanza-aprendizaje ahí propuestas, en comparación con el sistema en competencias que habla de “contenidos transversales”. Esto será abordado siempre desde la perspectiva de la hermenéutica analógica, a fin de establecer un punto de partida que modere nuestro juicio crítico apropósito de ambas corrientes psicopedagógicas.
I
Quizá sea necesario dar un muy breve repaso al modo en que están conformados los subsistemas de Educación Media Superior en México para entender la forma en que algunos han evolucionado a las competencias, así como la necesidad de que aquellos que se mantienen fieles al tradicionalismo académico modifiquen la manera en que abordan la enseñanzaen valores. En principio, diremos que los dos modelos de Educación Media Superior más importantes son: la SEP (con sus tres modalidades: formación bivalente, general y técnica) y el bachillerato universitario (conformado por la Escuela Nacional Preparatoria [ENP] y el Colegio de Ciencias y Humanidades [CCH]). (Carreón, 2003) Ambos se fundamentan en el estructuralismo y, sin importar, por elmomento, cuáles son los objetivos generales de cada uno, ni lo que plantean en su “perfil de egresados”, cuando atendemos los diferentes programas de estudio nos damos cuenta del lugar que ocupan las materias de taller de lectura, redacción y literatura en ambos casos, ya que éstas forman parte de un tronco común de materias consideradas “obligatorias”, junto a las matemáticas, la historia y la enseñanzade lenguas extranjeras.
Las diversas tendencias que las instituciones (SEP o UNAM) dan al bachillerato influyen en el modo en que se plantean los objetivos de las asignaturas, definen su metodología, la organización del currículum (división en áreas del conocimiento, organización de materias en bloques semestrales o anuales), el campo formativo y el perfil de sus egresados. En el caso delcampo formativo nos enfrentamos a elecciones prematuras –desde el ingreso del alumnado- en los llamados “bachilleratos tecnológicos” que imparte la SEP, lo que provoca que la exigencia en el desempeño de las materias relacionadas con un área específica de conocimiento sea mayor desde los primeros semestres del bachillerato. El egresado de una escuela tecnológica deberá enfrentarse al terreno laboraluna vez concluidos sus estudios, de manera que su estancia en ella estará dedicada, primordialmente, al desarrollo de las habilidades exigidas en el campo de conocimiento de su preferencia y para el cual trabajará. Por esa razón, materias como Filosofía, Lógica, Historia o, para el caso que nos importa aquí, Literatura, no aparecen en el currículo académico, pues la formación de los alumnos estáorientada ya sea al trabajo o a la especialización superior técnica más que a la formación universitaria. Asimismo, el tratamiento de los temas que se refieren a la educación en valores estará concentrado en las materias de administración de empresas o cualquier otro que sea el campo de preparación elegido por los jóvenes (pues para cada rama, llámese ciencias sociales, biológicas, de la salud,físico-matemática, etc., los códigos de comportamiento e intercambio social, cambian).
Ahora bien, junto al bachillerato de carácter estrictamente tecnológico encontramos otro tipo de modelo educativo que, siguiendo a Luis Carreón, “sustenta la formación bivalente, al mismo tiempo general y técnica, con orientación propedéutica y con capacitación técnica”. (Carreón, 2003) La intención de este…
