EL DESARROLLO INTEGRAL FUNDADO EN LA JUSTICIA SOCIAL
306. La solidaridad contribuye también a la vida de la sociedad, haciendo del desarrollo integral de todos, especialmente de los más pobres el criterio del auténtico progreso económico de la Nación. Este tema, amplio y complejo, ha sido tratado abundantemente por la Doctrina Social de la Iglesia.
Una vida digna para todos
307. Una vida dignaes derecho de todo ser humano. En México, el tema reviste particular urgencia por la situación deplorable en la que viven millones de hermanos, excluidos del desarrollo y sin posibilidades reales de ingresar a él. Quienes han detentado el poder económico y político no han logrado crear las condiciones adecuadas y suficientes para superar la pobreza: “De hecho, los pobres son cada vez másnumerosos, víctimas de determinadas políticas y de estructuras frecuentemente injustas.”
308. Los pobres son los primeros destinatarios de la evangelización, un lugar de encuentro con el Señor y la voz que el Padre escucha, y que nosotros los pastores, no podemos dejar de atender (Cf. Ex 3, 7-12; Lc 4, 16-21; St 2, 2-7). El Amor de Jesucristo nos mueve a estar con ellos y prestarles nuestra voz.
309. Lospobres integran la mayor parte de la comunidad católica en nuestro país. Todos los fieles, especialmente los pastores, debemos corresponder con gratitud a la adhesión y fidelidad que han mantenido hacia la Iglesia. Pastores y fieles laicos competentes debemos empeñarnos por igual, cada uno en su campo, por crear condiciones que permitan la liberación de quienes han sido marginados, olvidados yexcluidos del desarrollo.
310. El deterioro de las llamadas “clases medias” es un signo de los procesos que llevan a un empobrecimiento cada vez mayor. Promover a los más pobres significa entre otras cosas favorecer que las “clases medias” crezcan y se consoliden.
El desarrollo: tarea de todos
311. Pasar de condiciones menos humanas a condiciones más humanas, privilegiando el “ser” sobre el”tener”, es requisito indispensable para el desarrollo. Plantear el desarrollo prioritariamente en torno al mercado y subordinar a él la dimensión social, cultural y espiritual de la persona humana somete al pueblo a una grave opresión. Para el cristiano, el desarrollo ha de favorecer la respuesta del hombre a su vocación, que le exige realizarse plenamente en la dimensión material y espiritual. Todosdebemos trabajar con responsabilidad en la generación del desarrollo que necesita nuestro pueblo.
El desarrollo es justicia social
312. La actividad económica no ha de basarse exclusivamente en el mercado, sino que debe someterse a normas y principios éticos fundados en la dignidad humana, en las exigencias de la justicia social y en el destino universal de los bienes querido por el Creador (Cf.Sb 1,1). “La sociedad asegura la justicia social cuando realiza las condiciones que permiten a las asociaciones y a cada uno conseguir lo que es debido según su naturaleza y su vocación”. Sin justicia social se frustra el plan de Dios sobre el hombre y el destino originario de los bienes de la creación (cf. Gn 1, 26-31).
313. Un inadecuado tratamiento del fenómeno de la pobreza obliga a muchos adañar su entorno natural y cultural. Ha de ser corregida la actitud puramente materialista que destruye el medio ambiente natural y la identidad cultural de los pueblos, para que el desarrollo se base realmente en la justicia social. Las actividades productivas han de respetar siempre las riquezas naturales y culturales de nuestra Nación.
314. No basta estar informados sobre el valor y labelleza de nuestra Nación. Es necesario comprometernos con acciones efectivas que custodien y promuevan una “ecología humana” en la que sea reconocida la relación que existe entre la dignidad de la persona y el valor de nuestro entorno.
El trabajo: clave de la cuestión social
315. La persona humana ejercita sus potencialidades a través del trabajo, no sólo por lo que transforma en el exterior, sino,…