En 1949, durante el sexenio del presidente Miguel Alemán, el corrupto alcalde de San Pedro de los Saguaros es linchado y decapitado por los indígenas que habitan el lugar. Corren tiempos electoralesy el gobernador no está dispuesto a ver peligrar su posición por un escándalo político, por lo que ordena a su secretario de gobierno, el licenciado López, que nombre un nuevo alcalde para San Pedro.López decide que el más indicado es Juan Vargas, un inofensivo y fiel miembro del partido que seguramente no será tan corrupto como su antecesor.
Pero es aquí donde se desencadena una serie de hechosy actos que son vistos muy a menudo a lo largo de nuestra historia en nuestros actos administrativos. Podemos identificar toda esta serie de actos desde el inicio de la película y vamos a enumerarlosde la siguiente manera:
Es interesante resaltar el simbolismo de las dos cosas que le entregan para llevar a cabo su trabajo: la pistola y la Constitución, o sea, la capacidad de ejercerviolencia y la de administrar la Ley. El Estado es así reducido a una herramienta de coacción al servicio de unos pocos frente a la gran mayoría. La pistola posibilita a Vargas a intimidar a la población.La Constitución, así como sus reinterpretaciones y particulares añadidos, le permite imponer multas, crear nuevos impuestos y obtener recursos de la gente. La misma Constitución es utilizada en lapelícula para guardar el dinero recaudado, símbolo del uso corrupto que se hace de ella.
Otro de los temas que Luis Estrada denuncia es la impunidad en la que vive la clase política. El políticocorrupto, lejos de ser castigado, es protegido y tapado, garantizándose entre unos y otros la permanencia en el poder de esta clase política. En un momento de la película se afirma: ”El reto para nuestropartido, por el bien del país, es estar en el poder por siempre y para siempre”. A pesar de las diferencias de partido, la película sostiene que unos y otros son lo mismo, distintas caras de una misma…