BELLOCH, Montse. “Dentro mío
todo vive” en: Por un aprendizaje
constructivista de las ciencias,
Madrid Visor Libros 1984. Pp. 55-62.
La lectura trata deorganizar el trabajo en clase basándose en las interpretaciones que los niños pueden hacer ante dos aspectos de la misma realidad acerca de la vida y los seres más pequeños.Los conceptos que los niños tienen de lo vivo pequeño, y de las partes de lo vivo nos deben alertar sobre la dificultad que supone para ellos pasar del universo de loperceptible al universo de lo que no se puede ver directamente.
La cantidad de información es que tienen acerca de los seres vivos imperceptibles es enorme. Algunossaben de microbios, de células, bacterias, virus, etc. Mas sin embargo no saben diferenciar claramente estos conceptos, organizar esa información y extraer de ellaciertas propiedades generales.
Cuando el ser vivo es perceptible, el alumno reconoce ciertas características, pero desconoce si esas propiedades están presentes o nocuando se trata de seres vivos microscópicos. Si esto ocurre, debe llenar con su imaginación lo que no puede ver. Y al hacerlo, comete errores que una ve más, indicaran quelo nuevo se ha asimilado a lo que conoce.
L profesor, por lo tanto debe conseguir que los alumnos lleguen a un equilibrio entre las características generales detodos los seres vivos y las específicas de cada especie. Este equilibrio se conseguirá en el marco de un aprendizaje experimental.
Debe tratarse de no emplear propuestasdidácticas de las ciencias en experiencias de ejercicios mágicos, donde el niño retiene solo el resultado. Para evitarlo, debe ser el propio niño el que se aproxime