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Sin duda, uno de los conceptos con abundantes trabajos en la teoría política es el de democracia, no existe prácticamente discurso, texto o conversación vinculada con la política que no lo mencione. Sin embargo, es pertinente establecer con claridad su significado en el mundo contemporáneo. Este requerimiento se origina en la necesidad de las sociedades de revisar y actualizar los conceptos queutilizan para describirse, pero quizá el motivo más poderoso de esta revisión es la constante transformación de la realidad política misma que exige nuevas categorías que la expliquen.
Al respecto del tema de la democracia la bibliografía es inmensa, las referencias a autores que han tratado la cuestión serían igualmente muchas. No es nuestra intención pues, agotar todas las visiones ni todos losargumentos. Nos hemos centrado en las características que nos parecieron más relevantes en la actualidad; lo cual hace que existan posiciones teóricas predominantes. Éstas en la mayoría de los casos tienen orígenes en sociedades “desarrolladas” o proceden de circunstancias diferentes y que en muchos casos por seguirlas al pie de la letra nos perdemos en el mar de ambigüedades de la realidadpolítica nacional.
Si la democracia se define como un sistema en donde los dirigentes son elegidos, de acuerdo a un conjunto de reglas más o menos claras y con una periodicidad, entonces, actualmente la mayoría de países podrían calificar como democracias; pero si se define como un sistema de “elecciones libres”, la lista de países incluidos se reduciría a la mitad.
La discusión sobre las diferenciasde la democracia de un estado y otro es aún más debatible. El primer elemento controversial es el que las diferencias pueden ser de grado o de especie. Y por tanto no estaríamos hablando de una sola democracia sino de varias. La premisa repetida infinitamente es que todas las diferencias son de grado, en el sentido que deben de existir características medibles. Pero no. No hay nada en la naturalezade las cosas que establezca que las diferencias sólo sean diferencias de grado, así como no hay nada que establezca que son intrínsecamente en especie refiriéndonos a los tipos de democracia que existen: parlamentaria, presidencial, semi-presidencial. Que las diferencias sean cuantitativas o cualitativas, de grado o de especie, es un asunto de tratamiento lógico y, por tanto, un asunto de decidircuál manejo teórico es apropiado y para qué propósito.
De inicio habría que preguntarnos qué es, o qué no es, una democracia, y a la vez preguntar en qué grado un régimen político que se enuncia como democrático lo es en mayor o menor medida, en función de los rasgos esenciales que lo definen.
Ambas son preguntas perfectamente legítimas que orientan la discusión sobre el intento de unadefinición. La primera pregunta establece los puntos extremos. La segunda se ocupa de las variaciones dentro de la democracia.
Si ensayamos con una definición de la democracia mexicana fundada en características verificables, sería en efecto una democracia real, lo que implica que contenga por lo menos un sistema competitivo de partidos y rotación pacífica del poder; representantes elegidos, y derechospolíticos garantizados; pero se trata básicamente de una democracia excluyente porque los encargados de fijar los asuntos de la agenda política serían unos pocos, o sea, las élites facultadas para normar qué se vota, cuándo se vota, a quién elegir y un temario político que garantice no poner en peligro los “intereses esenciales” de la nación. Por tanto, la democracia en México está marcada por unaprofunda representación (en el sentido teatral de la palabra) de involucrar a la masa en la toma de decisiones, pero en temas estratégicos no es consultada.
El instrumento teórico que más se ha utilizado en los últimos años para revelar los cambios políticos sufridos en México, es el paradigma de la transición a la democracia, el cual separa la transformación política de la económica,…