La Generación del Basilisco
Autor: Juan Martín Rinaldi
“Quien no quiere pensar es un fanático; quien no puede pensar, es un idiota; quien no osa pensar es un cobarde”. – Sir Francis BaconSi pudiéramos evaluar con completa objetividad nuestros pensamientos y acciones diarias nos percataríamos de que, con certeza, el 95% de los primeros serían banales e igual proporción de lassegundas no tendrían propósitos más profundos que un vaso de agua. Ahora bien, más allá de esta mediocre descripción, inmediatamente viene a acosarnos con ironía el eterno interrogante: ¿por qué? Es laclásica pregunta de lo más simple y ordinaria con respuesta casi imposible de dar, puesto que su profundidad supera nuestro hábito de quedarnos en la superficie de toda cuestión.
Desde luego esmucho más cómodo no pensar. La actividad cognitiva requiere esfuerzo, concentración, dedicación e insume tiempo, el reloj corre; ahora bien, estos sacrificios tienen su recompensa pero ésta, ¿essuficiente como para equilibrar la balanza a favor del pensante? ¿De qué parámetros depende esto? Es evidente que la respuesta a esto es que la retribución al esfuerzo intelectual viene dada, es exógena alpensar y es determinada por individuos que precisamente no se caracterizan por pensar mucho. Una sociedad que retribuya a sus miembros más pensantes en forma proporcional a sus esfuerzos intelectualesserá obviamente una sociedad pensante, pero una que aliente la anulación de la actividad cognitiva no sólo provoca el efecto inverso sino que aísla a los individuos pensantes y los señala comoineptos. El segundo es un ejemplo del modelo social imperante hoy en día.
Pero no puedo dejar de preguntarme cómo es que una sociedad llega a la conclusión de que no hay que premiar a sus individuosreflexivos y procura aislarlos y ponerlos como ejemplo de lo que no se debe hacer. Es casi de locura decirle a un grupo humano que vaya en contra de su naturaleza lógico deductiva. Sólo se me ocurre que…