Cuestiones morales actuales: el respeto a la vida

CARTA ENCÍCLICA HUMANAE VITAE, DE S. S. PABLO VI

A. La transmisión de la vida

“El gravísimo deber de transmitir la vida humana ha sido siempre para los esposos, colaboradores libres y responsables de Dios Creador, fuente de grandes alegrías aunque algunas veces acompañadas de no pocas dificultades y angustias”. Aunque así lo es los esposos no dimensionamos la responsabilidad y la cantidadde cambios en nuestras vidas que esto representa. Los cursos prematrimoniales cumplen su deber al inducirnos en lo que será esta nueva vida de casados y las bendiciones con las que llegará, pero esto también implica un sacrificio grande para todos los ámbitos de nuestras vidas.

“Los cambios y el rápido desarrollo demográfico. Muchos manifiestan el temor de que la población mundial aumente másrápidamente que las reservas de que dispone, con creciente angustia para tantas familias y pueblos en vía de desarrollo, siendo grande la tentación de las autoridades de oponer a este peligro medidas radicales. Además, las condiciones de trabajo y de vivienda y las múltiples exigencias que van aumentando en el campo económico y en el de la educación, con frecuencia hacen hoy difícil elmantenimiento adecuado de un número elevado de hijos.”

El informe preliminar de la Encuesta de Salud Materno Infantil 2008-2009 mostró que la tasa de natalidad disminuyó de 4.4 a 3.6 hijos por mujer. Ellos dicen que los programas de acceso a servicios de planificación familiar han mejorado, lo que puede ser, pero más bien son las propias familias rurales que están tomando decisiones basadas enresponsabilidad que el cambio de generación y el encuentro con Dios (por medio de varias iglesias evangélicas) pueden estar influyendo.

Hace unos días salió un artículo en la prensa en el que se mencionaba que las autoridades se quejaban que a pesar de que la ley de planificación familiar estaba aprobada el embarazo en adolescentes había incrementado hasta un 30 por ciento. Y es que la respuesta aeste problema y a la trasmisión del VIH/SIDA no es una ley libertina como la que impusieron, sino la dictación y adaptación de un código de valores en la educación formal que permitan que los jóvenes tomen sus decisiones libremente y sin coacción en torno a desarrollarse y mejorar sus propias vidas.

B. Principios doctrinales

1. Una visión global del hombre

El problema de la natalidad, comocualquier otro referente a la vida humana, hay que considerarlo, por encima de las perspectivas parciales de orden biológico o psicológico, demográfico o sociológico, a la luz de una visión integral del hombre y de su vocación, no sólo natural y terrena sino también sobrenatural y eterna. Y puesto que, en el tentativo de justificar los métodos artificiales del control de los nacimientos, muchos hanapelado a las exigencias del amor conyugal y de una “paternidad responsable”, conviene precisar bien el verdadero concepto de estas dos grandes realidades de la vida matrimonial, remitiéndonos sobre todo a cuanto ha declarado, a este respecto, en forma altamente autorizada, el Concilio Vaticano II en la Constitución pastoral Gaudium et Spes.

2. El amor conyugal

La verdadera naturaleza ynobleza del amor conyugal se revelan cuando éste es considerado en su fuente suprema, Dios, que es Amor, “el Padre de quien procede toda paternidad en el cielo y en la tierra”.

El matrimonio no es, por tanto, efecto de la casualidad o producto de la evolución de fuerzas naturales inconscientes; es una sabia institución del Creador para realizar en la humanidad su designio de amor. Los esposos,mediante su recíproca donación personal, propia y exclusiva de ellos, tienden a la comunión de sus seres en orden a un mutuo perfeccionamiento personal, para colaborar con Dios en la generación y en la educación de nuevas vidas.

En los bautizados el matrimonio reviste, además, la dignidad de signo sacramental de la gracia, en cuanto representa la unión de Cristo y de la Iglesia.

De…