Cuento

Cuando el bosque habla

Había una preciosa montaña, toda vestida de bosques, donde convivían las ardillas, pájaros carpinteros, ruiseñores, jabalíes, entre otros muchos animales.

Al subir por lamontaña se encontraba dos caminos que se dividían en una extraña forma de i griega, el camino de la derecha era una subida bastante fuerte y la vegetación era mucho más densa, el de la izquierda dominabaun valle de cerezos en flor.

Una parte del camino, el que subía, estaba alfombrado de toda clase de piedras. Cualquiera diría que estas piedras tenían vida propia, porque si uno afinaba muy bien eloído hasta podía oírlas hablar:
* ¿¡Has visto!? Preguntó una piedra triangular a otra hexagonal con un tono de ofensa inaudita.
* No, ¿qué pasó? Dijo la otra casi con un bostezo, porque hacíamucho tiempo que nadie la cambiaba de sitio.
* Han venido unos humanos y dejaron un escritorio de tres patas allí …
* ¿Dónde?
* Allííí, ¿no lo ves? En ese barranco.

Las demás piedrasprestaron más atención también, y estirándose todo lo que pudieron, observaron el escritorio de tres patas. La que dio la voz de alarma, casi se tuvo que tapar las orejas, porque todas las piedras delcamino empezaron a comentar como locas a la vez, la osadía de dejar allí mismo un mueble, ¿Cómo era posible aquello? En medio de pinos añejos, y de algún que otro roble casi abuelo, yacía un viejo ydestartalado escritorio, que le faltaba algún cajón, la barandilla de arriba estaba suelta y maltrecha, pero que además, estaba todo rallado por la caída.
* Qué tristeza más grande, después de tantosaños de servir, de enseñar, de dar todo de mí, aquí termino mis días…, Se quejaba el escritorio.
* ¡Eh! Qué te pasa, por qué estas lloriqueando y además recostado en mi tronco, no se por qué, mesuenas conocido.

El escritorio con un poco de timidez intentó quitarse del árbol tan grandote, pero claro solo tenía tres patas así que fue a dar de cabeza contra otro colega aunque esta vez quedó…