Constituciones de mexico

facultad de estudios superiores cuautitlan
campo iv
administracion
semestre 2010-ii
turno: vespertino
grupo: 2262
derecho constitucional y administrativo

*EL ACTA DEL AYUNTAMIENTO DE MÉXICO DE* 1808
En esta se declara que se tuviera por insubsistente la abdicación de Carlos IV y Fernando VII hecha en Napoleón: “que se desconozca todo funcionario q venga de España; que elvirrey gobierne por la comisión del ayuntamiento en representación del virreinato y otros artículos.
El síndico del común Primo de Verdad propuso que se hiciera saber al virrey la disposición de la capital para defender los dominios del reino y conservarlos para sus legítimos soberanos. Hubo consenso en la propuesta y se resolvió solicitarle igualmente que mantuviera el reino fuera del alcanceno sólo de los franceses y su emperador sino también “de toda otra potencia, aún de la misma España”.
En todo caso, como se señaló antes, el virrey debía obligarse bajo juramento, ante el pleno de los representantes de la nación constituidos en congreso, a gobernar provisionalmente conforme a las leyes, así como a defender la integridad y los derechos del reino. Tal juramento debía serigualmente hecho por los miembros de las demás corporaciones. Así, todos quedarían obligados ante el órgano supremo.
Dos pues eran las novedades más importantes de esta “representación”, como se llamaba a la propuesta:
La creación inmediata y momentánea de un nuevo poder político nuevo, provisional, compuesto por varios órganos: ayuntamiento de México, como órgano consultivo de gobierno;audiencia de México, como órgano superior de justicia, y encargado del gobierno del reino, con facultades específicas en materia de hacienda y guerra, y
La creación a más largo plazo de un poder político supremo, el congreso nacional, ante le cual se sometieran todas las autoridades del país, empezando por el virrey y los oidores –con nuevos títulos y funciones-, y seguidospor aristócratas, altos oficiales del ejército, jefes de oficina, obispos y todos los demás; poder político supremo que descansaría fundamentalmente en los ayuntamientos, a través de sus representantes.
Pero en términos políticos, la propuesta era de mayor trascendencia, porque implicaba un pacto entre americanos y peninsulares para gobernar el país en forma autónoma y mantenerloen estado de defensa no sólo frente a Francia sino también “de la misma España”.
El virrey sometió a consulta de la audiencia o real acuerdo la propuesta del ayuntamiento y el 20 de julio, “en el curso del debate, los oidores manifestaron claramente el disgusto que les causaba la duda de la corporación municipal sobre la subsistencia legal de las autoridades todas y su indicación pararevalidarlas popularmente”.
Con asistencia de alcaldes y fiscales, dicho real acuerdo reprochó al ayuntamiento dos cosas: primero, que “haya tomado sin corresponderle la voz y representación de todo el reino”, y segundo, que haya planteado “medios que no corresponden al fin propuesto, ni son conformes a las leyes fundamentales de nuestra legislación, ni tampoco coherentes con los principiosestablecidos”
“En el presente estado de cosas –concluye- nada se ha alterado en orden a las potestades establecidas legítimamente (en la Nueva España) y deben todas continuar como hasta aquí, sin necesidad del nombramiento y juramento. Este real acuerdo y todas las demás potestades tienen hecho juramento de fidelidad, que dura y durará no sólo en lo legal sino en sus propios sentimientos”
Si habían juradofidelidad al monarca y obediencia a las leyes de la corona, las autoridades debían continuar ejerciendo sus funciones de acuerdo con dichas leyes, hasta que la situación se aclarase. Consecuentemente, nada de cuerpos o asambleas con atributos soberanos, ni un ejecutivo con atribuciones específicas, ni de un tribunal supremo propio, y menos de un Estado autónomo. Los ayuntamientos no tenían…