CAPÍTULO I.
ANTÓN VAN LEEUWENHOEK.
El primer cazador de microbios.
Hace 250 años un holandés llamado Antón Van Leeuwenhoek fue el primero en asomarse a un mundo poblado de especies de seres pequeñísimos y desconocidos; época en la cual Europa se sacudía de las supersticiones obscuras.
Antón Van Leeuwenhoek nació en Delf, Holanda. A la edad de 21 años fue nombrado conserje de la casaConsistorial de Delft, se le despertó una extraña afición a tallar lentes; había oído decir que fabricando lentes de un trozo de cristal transparente se podían ver las cosas de mucho mayor tamaño. Visitó tiendas de óptica y aprendió las rudimentarias técnicas para tallar lentes; frecuentó el taller de alquimistas y boticarios, curioseó sus métodos secretos para obtener metales de los minerales, y seinició en el arte de los orfebres. Montó lentes en cuadriláteros de oro, plata o cobre, que el mismo había extraído de los minerales.
Leeuwenhoek examinó con sus lentes diversos objetos, tales como fibras musculares de ballena y las escamas de su propia piel, lana de oveja, pelos de castor de y liebre; así como también disecó la cabeza de una mosca.
Pasados los años Leeuwenhoek provocaba laburla de los habitantes de Delft; sin embargo, había en Delf un hombre que no se burlaba de Leeuwenhoek, llamado Regnier de Graaf, a quien una sociedad de intelectuales de la época, llamada “La Real Sociedad”; había llamado miembro correspondiente por haberle dado cuenta de sus estudios sobre el ovario humano.
Graaf se maravilló de las lentes de Leeuwenhoek.
El descubrimiento más grande llevadoa cabo por Leeuwenhoek se dio cuando manipulaba un tubo de cristal e intentaba darle la forma de un cabello; lo calentaba en rojo y los estiraba, lo rompe en pedacitos, sale al jardín y se inclina sobre una vasija de barro con una cantidad de lluvia caída; vuelve al laboratorio, enfila el tubito de cristal en la aguja del microscopio…
Leeuwenhoek quedó maravillado de lo que se mostró frente aél, bichos pequeños, pequeñísimos, mil veces más pequeños que los bichos que vemos a simple vista.
Volvió a observarlos y distinguió distintos tipos de especies, una más grande y ágil que la otra.
Leeuwenhoek creía en Dios con un inmenso fervor, lo parecía absurdo que esos animalillos cayeran de la lluvia del cielo. Leeuwenhoek realizó otra observación, esta vez lavó cuidadosamente el vaso, loenjuagó y lo puso debajo del tubo de la bajada del canalón del tejado, estaba lloviendo, tomó una gotita en uno de sus tubos capilares y entonces corrió al microscopio y observó estos microorganismos. Leeuwenhoek murió en el año de 1723, no sin antes haber establecido las bases de la bacteriología moderna y convertirse en el primer “cazador de microbios”.
CAPÍTULO II.
LÁZARO SPALLANZANI.“Los microbios nacen de microbios”.
Seis años después de la muerte de Leeuwenhoek, no hubo nadie que se ocupara en serio de los estudios que aquel holandés dejo, en 1729 nació en Scandiano, Italia; un hombre que dejaría huella en el mundo de la microbiología: Lázaro Spallanzani…
A los 25 años escribió un ensayo intentado explicar la mecánica de las piedras que caen al agua. Se ordenó desacerdote. Antes de cumplir los 30 años fue nombrado profesor de la Universidad de Regio y en sus lecciones explicaba sobre los animalillos descubiertos por Leeuwenhoek años atrás.
En esa época se acostumbraba creer en la generación espontánea y los mismos animalillos de Leeuwenhoek eran objeto de controversia, era desconocido asta entonces el origen de esos seres y se creía que provenían de lageneración espontánea. Spallanzani negaba la posibilidad de que existiera la generación espontánea, y leyó un libro que demostraba experimentalmente como la generación espontánea era un hecho ciertamente falso:
Spallanzani no sabía porque habían aparecido esos animalillos en el caldo calentado; porque Needham no calentó la botella todo el tiempo necesario y seguramente porque no lo tapó…