Riquezas que el tiempo se llevó
Ayer, el henequén, las granjas avícolas, las caleras, el tren, la citricultura y otras actividades, dieron vida y brillo a la economía de la capital. Hoy, sólo vestigios
e historias quedan de aquella bonanza victorense
Riquezas perdidas
La capital tamaulipeca tiene una riqueza histórica única. Por cada calle, en todos los rincones,
se respira la nostalgiay las historias siempre gratas de un pasado que se aferra a irse por completo.
En lo cultural, en lo económico y en lo social, ciudad Victoria, capital, es otro mundo, por eso,
sus habitantes, siempre testigos de todo, cuentan anécdotas de vida y recuerdos:
El henequén trajo empleo y desarrollo para muchas familias. Después cayó en crisis sin poder
salir de ella. Hoy, sólo quedan vestigios delas fábricas. Las caleras, propiedad de familias que
aún se resisten a olvidar. El Tren, que aparte de medio de transporte, que comunicó a Victoria
con el resto del país, sirvió para transportar mercancías que eran llevadas a mercados extranjeros. Las granjas avícolas en las afueras de la ciudad, daban sustento económico a la ciudad y sus
habitantes. La citriculura: por su clima, cada familiaen sus huertas cosechaban limón, naranja
y toronja.Y muchas actividades que se fueron con el tiempo. Hoy se revivien en este
reportaje sobre las Riquezas Perdidas de Victoria.
A principios del siglo pasado Ciudad Victoria vivió momentos de gran auge económico gracias a la explotación del henequén, cuyas fibras eran utilizadas para la elaboración de mecates y costales de alta resistencia.
Fuedon Bernardo Zorrilla y Beltranilla el precursor de esta actividad, que a la postre se convertiría en uno de los símbolos más importantes de la ciudad, ya que daba trabajo a cientos de familias, no sólo de Victoria, sino también de los municipios vecinos.
En el año de 1900, don Bernardo Zorrilla trajo a Tamaulipas, de contrabando, 99 mil hijuelos de henequén, los cuales fueron plantados en suspropiedades de Victoria y Jaumave; las plantas procedían del estado de Yucatán y llegaron a nuestro estado en un barco que atracó en el Puerto de Tampico, de ahí las transportaron en ferrocarril hasta la Capital.
Para ese entonces Ciudad Victoria ya contaba con una vocación importante en cuanto a la talla de fibras; los lugareños sembraban el sisal y la lechuguilla (que todavía predomina en elCuarto Distrito), pero era necesario sustituirla por hoja más larga, que diera mayores rendimientos.
Fue así como el henequén sustituyó rápidamente a las dos plantas nativas de la región, dando origen a una de las primeras industrias tamaulipecas.
Hacia 1970, ya existían en la ciudad alrededor de 50 plantas desfibradoras, las cuales ofrecían trabajo a cuando menos 50 personas cada una; eraninstalaciones de ladrillo con maquinarias de gran tamaño que permitían desfibrar grandes cantidades de henequén, las cuales eran empacadas y enviadas fuera de la ciudad.
“Había unos plantíos enormes donde trabajaban unas 50 personas… eran puros tendederos donde ponían a secar la fibra que iba saliendo de la máquina”, asegura don Isaac Zavala, el encargado de cuidar los restos de lo que fuera una de lasplantas desfibradoras más importantes de la región, propiedad de don Alejandro Higuera.
En la mente de don Isaac aún permanecen los momentos de gloria que vivió Ciudad Victoria entre 1900 y 1970:
“Había muchísimo trabajo, las plantaciones de henequén eran enormes, la gente venía a trabajar desde los ranchos cercanos, porque era una buena fuente de ingresos, todo esto era un barullo durante eldía”.
La planta se localiza a la altura del kilómetro 9 en la salida a Soto la Marina; desde la carpeta asfáltica, a mano derecha, se aprecia una galera de aproximadamente 4 metros de alto; es de dos pisos y sus paredes son de ladrillos… en su interior permanece intacta la maquinaria, la cual conserva, incluso, parte de la banda que transportaba la fibra, aún húmeda hasta el patio.
A mano…