Simón Bolívar nos dijo: | |
|… el que manda debe oír aunque sean las más duras verdades y, después de oídas, debe aprovecharse de ellas para corregir los |
|males que produzcan los errores. |
|… elevar el monumento consagrado a nuestra reconciliación, a la tregua y al derecho común de loshombres. Bien merecía este |
|monumento ser tallado sobre una mole de diamantes y esmaltado de jacintos y rubíes; pero construido en nuestros corazones. |
|…pero es dichosísimo aquel que corriendo por entre los escollos de la guerra, de la política y de las desgracias públicas, |
|preserva su honor intacto y se presenta inocente a exigir a sus propios compañeros de infortunio una rectadecisión sobre su |
|inculpabilidad. |
|… Tú me pides que diga que no quiero a nadie. ¡Oh, no! A nadie amo; a nadie amaré. El altar que tu habitas no será profanado|
|por otro ídolo ni por otra imagen…|
|¡Adiós Colombia! ¡Adiós Libertad! Tan preciosas ambas, ¿Como debemos perderlas sin llorar lágrimas de sangre?. |
|¡Caraqueños! Nacido ciudadano de Caracas, mi mayor ambición será conservar ese título; una vida privada entre vosotros será mi |
|delicia, mi gloria y la venganza que espero tomar de mis enemigos.|
|¡Compadezcámonos mutuamente del pueblo que obedece y del hombre que manda solo!. |
|¡Cuán espantoso es no creer en la virtud! |
|¡Cuan superior es la suma de las luces a la suma de las riquezas.!|
|¡Felices aquellos que creen en un mundo mejor! Para mí, este es muy árido. |
|¡He proclamado la Libertad absoluta de los esclavos.! |
|¡No creo ninguna cosa tan corrosiva como la alabanza! Deleita al paladar pero corrompe las entrañas.|
|¡Soldados: la esperanza de las naciones está pendiente de vosotros; dad un nuevo día de gloria a vuestra patria…! |
|¿Cuán dichosos fuéramos si nuestra sabiduría se dejara conducir por la fortaleza? |
|¿Dejaremos perecer a Bolivia cuando es el gran trofeo de Ayacucho? No, mi querido general, salvémosla, porque es nuestra hija ||gratuita, de adopción: nos la ha dado la fortuna, y no el acaso; diré mejor, nos la ha dado el mérito y no la suerte. No |
|podemos negar una hija que ha salido de nuestra mente como Palas de la cabeza de Júpiter, grande, bella y armada. |
|¿Que importa que yo perezca para que viva un pueblo?. ||¿Quiere usted que yo continúe haciendo de Jesucristo sin ser Dios? Esto es muy duro, esto supera mis fuerzas. |
|¿Seremos capaces de mantener en su verdadero equilibrio la difícil carga de una república? ¿Se puede concebir que un pueblo |
|recientemente desencadenado se lance a la esfera de la libertad, sin que, como Ícaro, se le deshagan las alas y recaiga en el ||abismo? |
|Aborrezco mortalmente el mando porque mis servicios no han sido felices, porque mi natural es contrario a la vida sedentaria, |
|porque carezco de conocimientos, porque estoy cansado y porque estoy enfermo. |
|A la…