El ajedrez ha introducido en la mayor parte de las lenguas modernas claras connotaciones guerreras: así, es corriente utilizar el término “peón” en el campo de la diplomacia o en cualquier tipo de conflicto. Algunos filósofos, sin embargo, han dado al ajedrez un amplio sentido metafórico, utilizándolo como una analogía para dar a conocer su concepción del mundo. Así, en el siglo XIX, ThomasHuxley escribió: “El tablero es el mundo; las piezas son los fenómenos del Universo; las reglas del juego contituyen lo que conocemos como leyes de la naturaleza.”
Este tipo de analogía se ha convertido en el siglo XX en algo que supera a la simple comparación: se ha utilizado al ajedrez como modelo para determinadas teorías filosóficas. Tenemos el ejemplo más claro de lo que acabamos de decir enlas ideas de Ferdinand de Saussure, un profesor suizo, cuya vida se desarrolló a caballo entre los siglos XIX y XX, que ha dejado una huella imborrable en el campo de la lingüística y en el de las ciencias sociales. Se sirvió del ajedrez para explicar el meollo de su doctrina y dijo que “entre todas las comparaciones que se pueda imaginar, la más productiva es la que relaciona la forma en queopera el lenguaje con el juego del ajedrez” (Curso de lingüística general). La exposición que efectuó de esta idea De Saussure en la versión original de su obra, aparecida en 1916, encontró una considerable aceptación, con lo que se vuelve a encontrar la comparación en las obras de otros filósofos modernos; incluso se ha constituído en materia de discusión en las revistas especializadas. Ejemplos sonlos artículos: Is Language Like A Chess Game? (Joseph Greenberg, Language, Culture and Communication, Stanford, 1971) o “Het schaakspel-model bij F. de Saussure en bij L. Wittgenstein” (P.A.Verburg, Wijsgerig Perspectief op Maatschappij en Wetenschap, vol I, n° 5, 1961). En los trabajos sobre De Saussure o Wittgenstein casi nunca se omiten las referencias a la analogía ajedrecística de quehicieron uso (ver, por ejemplo, la obra de Edwin Ardener Social Anthropology and Language, Londres, 1971, págs. XXXVI-XXXIX y págs. 215-7; o la de Rodney Needham, Belief, Language and Experience, Oxford, 1972, pág. 236).
De Saussure utiliza en primer lugar la analogía ajedrecística para explicar la diferencia que existe entre lo que considera pertinente y no pertinente en el estudio del lenguaje,o, en otras palabras, sus partes interna y externa: “En el ajedrez el aspecto interno se puede separar fácilmente del externo. Así es externo de que llegara a Europa desde Persia, mientras que es interno todo lo que tiene que ver con su sistema y sus valores”.
Los sonidos y las letras que componen una palabra son externos y arbitrarios y pueden cambiar con el tiempo; la identidad de unapalabra se localiza únicamente en su diferenciación en las demás palabras que componen un sistema. Así, continúa: “Si me sirvo de piezas de marfil en lugar de piezas de madera, el cambio no afecta al sistema, pero si aumento o disminuyo el número de piezas, esta modificación ejerce un efecto profundo en la gramática del sistema. Es preciso, por tanto, distinguir siempre lo interno de lo externo.” Enotras palabras , el aspecto de un Peón no tiene ninguna importancia, sino que lo que importa es que su aspecto sea distinto del de, por ejemplo, el Alfil. Y si se pierde un Peón, se lo puede sustituir por cualquier otra cosa, un botón o un salero por ejemplo, a los que se considera idénticos a la unidad sustituida. El lenguaje actúa de la misma forma, pensaba De Saussure.
También mostró laequivalencia que existe entre una posición del medio juego y un estadio determinado del lenguaje: “El valor respectivo de las piezas depende de la situación en que se hallen en el tablero, de la misma forma que cada término lingüístico adquiere su valor en su oposición con los demás términos”. El lenguaje, como el ajedrez, es un sistema de valores, considerados éstos como valencias o cargas: no…