Pena de muerte

Si una pena, la que sea, no produce un efecto de disuasión —de estímulos negativos para evitar que otros cometan delitos similares—, entonces, desde luego, esa pena legal debe ser revisada y cambiadapara que sí tenga esa función. Los opositores a la pena de muerte, en general, alegan eso, dicen que ella no previene futuros delitos.La realidad parece demostrar lo opuesto —un estudio al respectoseñala que existe una relación negativa entre la aplicación de la pena de muerte y los asesinatos —cuando una sube, los otros bajan, y viceversa. Son datos públicos de los EEUU de 1979 a 2004. No sonlos únicos datos que señalan que por cada ejecución hay una reducción en el número de asesinatos; en este caso, 71 asesinatos menos por cada pena de muerte aplicada (WSJ).

Isaac Ehrlich de laUniversidad de Búfalo reportó sus hallazgos en el American Economic Review de 1975: por cada pena de muerte ejecutada se evitaron ocho muertes de personas inocentes.La palabra clave es “inocentes”, el puntoque señalan también Roy D. Adler y Michael Summers en la referencia anterior del WSJ, de donde tomé los otros datos: si la pena de muerte no puede aplicarse porque nadie puede quitar la vida a otro,eso significa que al no aplicarla se estarán teniendo muertes mayores a las que se podían tener —hay gente inocente que morirá por no aplicar la pena de muerte.
El dilema no es sólo aplicable a lapena de muerte, sino a todo el sistema de persecución de delitos. Si se acepta que la pena de muerte disminuye el número de asesinatos, el no aplicarla significa aceptar que en el futuro seránasesinadas personas inocentes y que eso podía haber sido evitado

DATOS FINANCIEROS
• La pena de muerte le cuesta a California $114 millones por año más que el costo ordinario de detener a los condenados enla cárcel
por la vida. La gente ha pagado $250 milliones de impuestos para cada uno de las ejecucions del estado (LA Times, marzo, 2005).
• En Kansas, los costos de los casos capitales son 70%…